Miradores antiguos de Algeciras (II)
OBSERVATORIO DE LA TROCHA
Los miradores en la planta baja de los edificios fueron en su mayoría eliminados al modificarse estas plantas para la construcción de locales comerciales
Los miradores de hierro fundido de estilo modernista embellecían considerablemente las fachadas
Miradores antiguos de Algeciras (I)
Tras el primer capítulo sobre los diferentes tipos de miradores o cierros de Algeciras que hubo en el pasado y algunos que aún permanecen, abordamos su continuación. El edifico nº 22 de la calle José Román luce en el centro de su planta alta un único mirador, de gran altura y sencilla decoración de haces de volutas, con un delgadísimo tejadillo. Su armazón de madera fue restaurado. Para finalizar este grupo, he de comentar los de la casa nº 21 de la calle Alfonso XI, demolida; aunque sus rejas fueron instaladas en el nuevo edificio. Muestra una decoración de las consabidas volutas en el centro y perímetro, pero destaca la franja de óvalos en su parte inferior.
En el quinto grupo he incluido aquellos con tejas sobre su tejadillo. Cuando se demolió el anterior edificio y se construyó uno nuevo, se instalaron las antiguas rejas en los dos cierros y además se dotaron a estos de un tejadillo con tejas, que primitivamente no poseían. También se les añadieron tejas a los dos miradores de la casa que se levanta al lado del edificio del antiguo gobierno militar; su decoración es muy sencilla: un par de haces de volutas en su centro.
El edificio que se encuentra en la esquina entre las calles Isaac Peral y Río posee un mirador, bastante reformado, pues se le añadió unas tejas y se modificó el voladizo, dotándolo de mayor grosor, el cual muestra unas rejas divididas en tres sectores, en cuyos ángulos destacan unas volutas, que también se repiten en su parte alta y baja; en el centro hay otros haces de volutas como elemento decorativo. Los únicos cierros con cubrición de tejas en su construcción original son los del edificio de la avda. Agustín Bálsamo, junto a la antigua estación de ferrocarril. Se cubren con tejas vidriadas de color azul y carecen de molduras o cornisas. Como nota curiosa, en su parte inferior destaca una celosía de madera, que recupera la tradición de los antiguos ajimeces medievales. Se decora con unos haces de volutas en el centro de las rejas.
En la casa nº 29 de la calle Buen Aire podemos ver un moderno mirador o cierro de rejas, con tejadillo, cuya reja se decoran con varios haces de volutas, de hierro forjado; la construcción data de 1992 y muestra una mayor anchura con relación a los antiguos.
En el sexto grupo he incluido aquellos miradores que se encuentran o se encontraban en la planta baja de los edificios; la mayoría de los cuales fueron eliminados al modificarse estas plantas para la construcción de locales comerciales o al demolerse el edificio en su totalidad. Son dos los que se mantienen actualmente. Los otros tres, a los que me referiré, han desaparecido.
En la casa nº 28 de la calle Regino Martínez, hoy con muestras de abandono, podemos admirar tres miradores de hierro forjado que lucen una maravillosa labor de forja , creando una especie de celosías con una gran profusión de volutas; se cubren con tejadillos con molduras de sección escalonada . De similares características, pero de mayor anchura con un tejadillo más delgado es el de la casa nº 14 de la calle C. Colón; en realidad ya no es una casa, sino un solar abandonado, y de cuya edificación solo se mantiene su maltrecha fachada, la cual ha perdido molduras, miradores de la planta alta, el revestimiento cerámico del sofito de su balcón y los florones del pretil de la azotea. Es lamentable, pero estamos en Algeciras. El tercero de semejantes características, aunque su tejadillo se remataba con una especie de copete adosado al paramento de la fachada, era el de la villa nº 34 de la calle Patriarca Doctor. Pérez Rodríguez. Como anécdota he de comentar que estas rejas se usaron en la decoración de una caseta de feria de 1992. Los tres compartían las características de una celosía de hierro forjado con una gran profusión de volutas. Preciosos.
Era muy curioso el cierro de la casa nº 3 de la calle Rocha, de 1878, y demolida en 1996. Su rejería era muy simple y su delgado tejadillo se coronaba por una especie de copete adosado a la pared. Lo más destacable era la celosía de madera de la parte inferior, herencia de los ajimeces hispanoárabes; la parte superior se cerraba con hojas de madera. En el edificio nº 12 de la calle Muñoz Cobos, esquina con la de Ventura Morón existía en la fachada que daba a esta calle un mirador enrejado en su planta baja, con un armazón de madera y vidrios; había perdido su tejadillo se lo cubrieron con una techumbre de uralita. Desapreció al demolerse el edificio en los años noventa.
Miradores de hierro fundido de estilo modernista
Estos miradores eran de gran elegancia y embellecían considerablemente las fachadas de los edificios. Muchos de ellos han ido desapareciendo a lo largo de los años, desgraciadamente. El primero que comentaré es el de la Casa Millán, hoy reducida a su maltrecha fachada, a espera de que se caiga por completo. Se trata de un espléndido mirador de esquina, del primer cuarto del siglo XX, el cual fue añadido a la primitiva construcción del siglo XIX cuando se reformó totalmente su fachada. Muestra una magnífica crestería que bordea su tejadillo, a la que hay que añadir la labor de calado de la parte superior de la cristalera, con pequeñas guirnaldas que penden de sus arquitos. Todo un ejemplo de la exquisitez decorativa del Modernismo .Su antepecho, anterior a la instalación del mirador, es de hierro forjado, decorado con volutas en sus perímetros inferior y superior y en los frentes. Su voladizo se apoya sobre sobre ménsulas con volutas jónicas y láureas.
La casa nº 1 de la calle San Nicolás lucía en su fachada dos bellos miradores , que le fueron eliminados en una desafortunada reforma en 1998 y fueron sustituidos por unas estructuras de rejas de mal gusto y totalmente ajenas el estilo del edificio. Otro atentado más al patrimonio arquitectónico algecireño. En estos dos miradores había que destacar su tejadillo adornado por una elegante crestería con pequeños pináculos. Una espléndida labor de calado en la parte superior de su cristalera, con pequeñas guirnaldas, y en el pequeño alféizar le conferían una elegante exquisitez. Las aristas de estas cristaleras estaban ligeramente achaflanadas y su voladizo se apoyaba sobre una incipiente repisa decorada con motivos foliares. Su borde está festoneado por una fina crestería. Su antepecho es de hierro fundido y muestra una decoración de rombos en su parte inferior.
Otro mirador muy destacable es el de la casa nº 13 de la calle Duque de Almodóvar, actualmente en un estado lamentable de abandono y degradación. Su tejadillo está coronado por una hermosa crestería. Otra crestería decora la parte inferior de su alfeizar. Las esquinas de la cristalera están ligeramente achaflanadas. Su antepecho es de hierro fundido, con un diseño muy sencillo. Su voladizo se apoya sobre una incipiente repisa, adornada con relieves de motivos foliares y todo su perfil está decorado por una fina crestería.
El edificio nº 3 de la calle Alfonso XI lucía en la parte central de su planta alta dos elegantes miradores de influencia gibraltareña, desaparecidos al ser demolida la casa en 1996. Mostraba una maravillosa labor de calado en su crestería, pilastrillas, y en la parte superior de sus cristaleras. Las pilastrillas sostenían tres arcos de medio punto unidos a otros arquillos concéntricos por medio de radios. Unas pequeñas guirnaldas pendían de estos arcos. Su antepecho era de hierro fundido o colado y mostraba una decoración de aros o medios aros y su voladizo, una delgada plancha de mármol, se apoyaba sobre unas ménsulas con decoración de motivos foliares. Estos dos miradores se unían por una cristalera coronada por un arco de medio punto con radios.
El edificio nº 10 de la calle Gral. Castaños muestra en su planta primera dos miradores en los que se combinaban el hierro fundido y un armazón de madera, el cual fue eliminado en 1998. La estructura de metal que queda presenta en su parte superior una bonita labor de calado y una delicada crestería. Sus aristas están ligeramente achaflanadas y su antepecho de hierro fundido posee un diseño al estilo del “Art Nouveau”, con un entramado de volutas y líneas sinuosas . Sus voladizos se apoyan sobre cuatro pequeñas escuadras de hierro.
El edificio de la antigua sede de Banesto, situado en la esquina de la plaza Alta y la calle Joaquín Costa, posee en su primera planta tres miradores, uno que da a la plaza Alta y los otros dos, a esta calle. Este edificio fue muy adulterado en los años sesenta , época en la que había un afán “modernizador” de los antiguos edificios. De tal manera que perdió todos los elementos ornamentales de estilo modernista que embellecían sus fachadas. Los tejadillos actuales datan de estos años, son de mampostería, y vinieron a sustituir a los antiguos de hierro fundido adornados con cresterías y calados de hierro fundido. De la decoración original se mantienen los calados, arcos y volutas de la parte superior de sus cristaleras y los antepechos de hierro con un diseño inspirado en el “Arte Nouveau” o Modernismo. Sus voladizos originariamente se apoyaban sobre unas repisas festoneadas.
Según observé en una foto antigua y además conocí personalmente, el edificio nº 5 de la calle Radio Algeciras tenía en la planta alta dos miradores en cada extremo, cuyos tejadillos se adornaban con elegantes cresterías de hierro fundido; igualmente, la parte superior de sus cristaleras estaban embellecidas por una elaborada labor de fundición, a la manera de encajes de hierro. Sus pretiles estaban constituidos por barrotes del mismo material y sus voladizos se apoyaban en incipientes repisas con molduritas de motivos foliares. Fue demolido en 1978-79.
En la casa nº 1 de la calle Monet podemos apreciar unos cierros de hierro fundido, que no son los originales del edificio, puesto que aquellos eran de madera. Los actuales fueron instalados en el primer cuarto del siglo XX, más o menos. Muestran un diseño sinuoso en las cresterías de sus tejadillos y en la parte superior de sus cristaleras, donde lucen vidrios de colores. Sus antepechos, que datan de la primitiva construcción, presentan unos recios barrotes de hierro fundido y sus voladizos se sustentas sobre incipientes repisas decoradas con motivos foliares, algunas de las cuales han desaparecido.
Los dos miradores de hierro fundido que adornaban la fachada del edificio nº 5 de la calle Regino Martínez fueron eliminados en 1990 cuando se demolió todo el interior del edificio, conservándose solo la fachada, con el fin de construir uno nuevo en su lugar. En estos cierros destacaban las cresterías en forma de punta de lanza que coronaban sus tejadillos. La parte alta de las cristaleras se decoraban con óvalos alargados. Sus antepechos lucen unas volutas dispuestas en forma opuesta y sus delgados voladizos se apoyan sobre unos incidentes repisos. Estos antepechos se conservan en los balcones , ya desprovistos de los miradores o estructuras acristaladas.
Juan Carlos Martín Matilla. Licenciado en Filología, vocal de Patrimonio de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la Sección 2ª Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
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