Mena apela a la cooperación entre países para evitar el tráfico de coca

El presidente de la coordinadora antidroga Alternativas, Francisco Mena, apeló ayer a la cooperación internacional y a los sistemas de detección del tráfico ilícito mercancías en los puertos para evitar que el Estrecho de Gibraltar y Algeciras en particular se conviertan en la "nueva Galicia" para la introducción de cocaína en Europa procedente de sudamérica, aunque con métodos diferentes. Mena hizo estas declaraciones a Europa Sur tras conocerse la última operación ejecutada por la Guardia Civil junto a la Policía Federal de Brasil por la que se incautaron de 120 y 220 kilos de cocaína en el interior de sendos contenedores que portaban chatarra y ropa usada para reciclaje.

"Está claro que las redes del narcotráfico han puesto su punto de mira en el Estrecho y en Algeciras por el importante tráfico de mercancías que registra con Sudamérica y los miles de contenedores que se mueven aquí cada día, lo que dificulta la detección de los tráficos ilícitos", valoró el presidente de la coordinadora comarcal, que incidió en la importancia de la cooperación internacional como la que ha habido en esta última incautación para evitar, al menos, la llegada de la droga al mercado. De igual manera, destacó la utilidad del escáner del puerto para la detección de la mercancía ilegal.

Mena explicó además que el método del gancho perdido (que consiste en introducir la droga en el contenedor en el puerto de origen o escala, con desconocimiento de la empresa exportadora de la carga legal que trasporta) suele evitar detenciones. Hasta el momento no han trascendido arrestos de esta última incautación de cocaína en el puerto de Algeciras.

El representante del movimiento comarcal contra la droga explicó que los indicadores vuelven a denotar un repunte en el consumo de cocaína en España, una sustancia que mantuvo al país en una triste primera posición en Europa durante años. Con la crisis se dio una estabilización del uso de esta droga vinculada al éxito que no ocasiona un deterioro físico tan destacado como las sustancias de síntesis o la heroína.

"Es necesaria la cooperación internacional, que las autoridades de los países productores y consumidores se tomen en serio el tráfico de drogas. Nosotros siempre hemos sido partidarios de acabar con el negocio por la parte fiscal. Si un condenado perdiera sus posesiones obtenidas con el narcotráfico, la actividad no sería tan rentable", dijo Mena, que habló de la idoneidad de la inversión de la carga de la prueba para que los detenidos deban justificar que sus propiedades no provienen del narcotráfico.

Otro extremo que incide en esta actividad, según Mena, es la reducción de las condenas hasta tres años impuestas por el Código Penal. "Sale muy barato dedicarse al narcotráfico, sobre todo con cocaína, con la que se pueden enriquecer muy rápido", lamentó.