Mandos de Aena alertan de falta de seguridad aérea por Gibraltar

Mandos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) consideran que actualmente es difícil de garantizar la seguridad en las operaciones con el aeródromo de Gibraltar. Los técnicos recalcan que la situación extraordinaria que rodea al aeropuerto de la colonia británica -debido al contencioso sobre la soberanía y a que España no le reconoce un espacio aéreo- impide establecer procedimientos estandarizados, lo que fuerza a utilizar formas de trabajo diferentes que pueden ocasionar incidentes en el Estrecho de Gibraltar. Esta situación de riesgo puede extenderse a la Bahía de Algeciras una vez entre en funcionamiento, a partir de julio, el helipuerto de Algeciras que unirá esta ciudad con la de Ceuta, lo que conllevará un incremento en el tráfico aéreo en la zona.

Los problemas operativos con el aeropuerto del Peñón no son nuevos debido al limbo existente sobre el espacio aéreo inmediato que rodea a la colonia. Cualquier acuerdo de procedimiento podría interpretarse como una cesión en la soberanía; por lo que todos los contactos en este sentido deben ser informales y meramente técnicos bajo la supervisión previa del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Desde que se constituyó el Foro de Diálogo entre España, Reino Unido y Gibraltar se están dando avances para acabar con este agujero negro que, operativamente, representa la Roca en el espacio aéreo nacional. En estos momentos la principal deficiencia radica en la coordinación ATM (Air Traffic Flow Management), consistente en la regulación del tráfico aéreo respecto a los despegues y aterrizajes con el fin de evitar el exceso de capacidad de control. Para paliarlo, recientemente se han designado dos expertos de Aena -a petición de la Dirección General de Aviación Civil del Reino Unido- para el desarrollo de aspectos de coordinación ATM con la base de Gibraltar. Los trabajos están en fase inicial y se está actuando con pies de plomo, a instancias de Exteriores, a fin de no perjudicar los intereses de soberanía sobre el Peñón. Una forma de actuar, la diplomática, que choca con la visión de los controladores, que ven en la falta de protocolo un riesgo y una sobrecarga de trabajo.

La implantación de una coordinación operacional ATM con Gibraltar se lleva abordando desde hace meses en el seno de Aena, según diferentes comunicaciones internas a las que ha tenido acceso este diario. El director de Calidad, Seguridad y Certificación de Aena, Juan Alberto Cózar, en un escrito fechado el pasado 14 de abril, expone la situación al director de Seguridad de Aeropuertos y Navegación Aérea de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), Juan Rosas. En este documento, Cózar reconoce que la ausencia de procedimientos estandarizados y acuerdos con Gibraltar "implica que en algunos casos la seguridad de las operaciones sea difícil de garantizar, y no en las zonas donde Aena presta servicio, sino en aquellas zonas donde la competencia está diluida". El mando de Aena resalta que esta situación "es difícil de corregir por la situación política del aeropuerto, pero se ha de paliar de alguna manera". A tal efecto, en el escrito se relata que en el pasado mes de diciembre se solicitó a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) aclaraciones sobre la posibilidad de iniciar trabajos de coordinación ATM con el Peñón, "recibiéndose respuesta el pasado mes de marzo, donde se autorizan contactos iniciales pero siempre coordinados con Asuntos Exteriores".

Cózar es consciente de las limitaciones por la diplomacia, pero requiere a Aesa que realice los contactos oportunos con la DGAC y Exteriores "para impulsar una solución que garantice la seguridad de las operaciones con destino u origen del aeropuerto de Gibraltar".

Aena comunicó en noviembre de 2009 la designación de los dos expertos para trabajar con Gibraltar: Óscar José Sánchez (director general de Navegación Aérea de la Región Sur) y José Manuel López Moncó (jefe de la División de Gestión Operación Ruta y Terminal). Posteriormente, el director general de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras, y la directora de Navegación Aérea de Aena, Carmen Librero, se cruzaron escritos para marcar las pautas de dicha actuación.

Ameijeiras subraya, en un documento del pasado 30 de noviembre de 2009, que Asuntos Exteriores es de la opinión de que los contactos "deben limitarse a establecer mecanismos informales y técnicos, salvaguardando la posición de España respecto al contencioso". Asimismo, aclara a Librero que la diplomacia pudiera participar en los encuentros, por lo que debe informar con anticipación de las agendas previstas. "De acuerdo con las instrucciones de Exteriores, conviene llevar a cabo estas tareas al nivel más técnico y operativo posible, permitiéndose así que los posibles mecanismos técnicos alcanzados pudieran ser revisados a posteriori para asegurar la posición de España respecto a Gibraltar".

Librero, un mes después, contesta agradeciendo las indicaciones y deja claro que cualquier actuación "estará sujeta a las instrucciones previas de Exteriores, incluida la incorporación de los expertos".

Tras los Acuerdos de Córdoba de 2006 y el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar, Exteriores levantó las restricciones de los vuelos civiles sobre el espacio aéreo español. Desde entonces, los vuelos dependen del Centro de Control de Sevilla. Sin embargo, la falta de coordinación ATM y el inminente aumento del tráfico aéreo han suscitado las quejas de los controladores. Una circunstancia a la que hay que añadir el uso militar del aeródromo por parte del Reino Unido, que hace que estas aeronaves sean invisibles a los ojos de los controladores y que propicia que cerca haya una zona restringida, la denominada R164, donde se hacen maniobras sin un control efectivo.

Esta situación es denunciada por el jefe del Departamento de Supervisión ACC Sevilla, Juan Carlos Fontecha, en un escrito dirigido a Aesa el pasado 11 de mayo. Este técnico dice que desde "tiempo inmemorial" el control del tráfico aéreo es "irregular" respecto a Gibraltar y "aunque repetidamente denunciado, nunca se han tomado medidas para solucionar el problema de raíz sino que se han ido paliando la falta de procedimientos con normas internas, de dudosa interpretación y que generan incertidumbre al controlador".

Fontecha incide en que en los últimos tiempos, debido al aumento de tráfico en la zona principalmente del servicio de helicópteros entre Málaga y Ceuta, "ha habido un incremento de situaciones conflictivas que lógicamente han generado un mayor número de incidentes". El técnico de Aena solicita la adopción de una serie de medidas ante lo que considera "una situación no ya de amenaza o riesgo potencial, sino peligrosa". Así, insta a que se publique la designación del espacio aéreo correspondiente a Gibraltar, la dependencia que provee el servicio de control, los procedimientos de salida y entrada estándares sobre el aeródromo, y la publicación de la preceptiva carta de acuerdo entre dicha dependencia y el Centro de Control de Sevilla.

La Jefatura indica que, mientras esto no se lleve a cabo, y dado que es "casi imposible" controlar el tráfico IFR -a través de los controladores por pantalla-, se publique un Notam (información al piloto) en el que se especifique: un plan de vuelo en el que los despegues y aterrizajes en la colonia se realizarán mediante VFR -control visual del piloto-, que los descensos y ascensos hasta salir de la zona de dudosa competencia se haga "bajo la exclusiva responsabilidad del piloto", y que el controlador "únicamente proveerá información del tráfico en función de la clasificación del espacio aéreo correspondiente".

Fuentes de Aena señalaron ayer que este último documento responde al conflicto abierto con los controladores y dentro de las medidas de presión que están adoptando contra el Ministerio de Fomento. Asimismo, subrayaron que con el Foro se ha ganado en coordinación y que en todo el espacio aéreo "controlado por Aena" la seguridad aérea "está garantizada".