El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha asegurado que desde el sábado por la mañana han llegado a la ciudad cinco autobuses con viajeros marroquíes procedentes de Italia y ha reclamado una vez más al Gobierno que atienda a estas personas como debe para que no estén "demabulando" por las calles de la ciudad con lo que "conlleva de riesgo para todo el mundo". 

El regidor culpa al Ejecutivo de no atender una demanda que es "lógica y sensata", puesto que para los ciudadanos de Algeciras existe desde ayer, como para los de toda España, una serie de restricciones para salir a la calle.  

El sábado por la mañana llegaron dos autocares con marroquíes llegados desde Italia. Sus viajeros acudieron al Consulado en Algeciras para pedir ayuda porque se encontraron con que el Gobierno de Marruecos había cerrado la frontera del Tarajal y cancelado las conexiones por mar y aire. Luego el alcalde dio la voz de alerta de que venía uno más -estaba a la altura de Murcia en ese momento- "pero no se le impidió llegar", explica Landaluce. 

El regidor afirma que en la noche del sábado comunicó al Gobierno que venían a Algeciras 12 autobuses más, 9 desde Italia y 3 desde Francia. "Parece ser que en ruta se les convenció de que diesen la vuelta, pero no sabemos si pararon un momento y están esperando para reanudar la marcha", explica. Dos de ellos llegaron a la ciudad.  

"Son personas que vienen de un país, Italia, que tenía que haber cerrado la frontera no solo aérea, sino también por mar y por tierra, porque es el foco primordial de contaminación del coronavirus en Europa y no se hizo. Pero ya que no se ha hecho, lo que no puede ser es que dejen a los ciudadanos dando vueltas por Algeciras sin que estén recluidos como cualquier otro español en un sitio adecuado, controlados sanitariamente y atendidos. Si no se hace es un perjuicio para todo el mundo que no se puede comprender. Es una reclamación lógica y sensata", continuó.   

Landaluce vuelve a instar al Gobierno de España a que ponga en marcha los mecanismos necesarios para trasladar hasta el CATE (Centro de Atención Temporal de Extranjeros) de Crinavis a estas personas para que puedan estar atendidas.