La Junta de Andalucía aprueba el deslinde de la Cañada Real de Pelayo

La Consejería de Medio Ambiente ha aprobado de manera definitiva el deslinde de la Cañada Real de Pelayo, via pecuaria que forma parte del denominado Corredor Verde de Algeciras. Así consta en una resolución del pasado 29 de marzo de la Dirección General de Espacios Naturales y Participación Ciudadana, emitida tras emanar el gabinete jurídico de la Junta de Andalucía el preceptivo informe. Hay que recordar que la proposición de deslinde se sometió a exposición pública en agosto del año pasado.

El deslinde afecta en concreto a un tramo que va desde el Puerto del Piojo hasta el término municipal de Los Barrios, incluido el llamado Descansadero de Botafuegos. Son casi dos kilómetros (1.905,14 metros) de longitud y 20 metros de anchura. Según se informó en su día, afecta a 35 referencias catastrales. En la resolución del 29 de marzo se explica que durante la instrucción del procedimiento presentaron alegaciones seis personas (rebatidas en los fundamentos de derecho) y la prisión de Botafuegos.

El centro penitenciario argumentó que el deslinde, la delimitación, entra en conflicto con su perímetro de seguridad y, por ello, pide que en esa zona determinada se disminuya la anchura de la vía. En este caso la resolución no acepta la alegación, aunque sí recuerda: "Por razones de interés público pecuario y la seguridad (de la cárcel) podrá ser solicitada una modificación de trazado".

El inicio del deslinde de la Cañada Real de Pelayo arrancó en octubre de 2010 tras una resolución de la viceconsejería de Medio Ambiente. Los trabajos materiales, la señalización de la vía, comenzaron en diciembre de ese año, actuación cofinanciada con Fondos Europeos Feder. El plan de ordenación y recuperación de vías pecuarias de la Junta -que por cierto ha recabado protestas en la comunidad con gruesas acusaciones por los métodos desde algunos sectores- tiene el objetivo de poner en valor estos caminos y darles fines ambientales y turísticos.

El portavoz de Verdemar, Antonio Muñoz, expuso ayer que el deseo de la organización, en general del movimiento ecologista, sería la formación de un bosque lineal con la unión de las vías pecuarias existentes clasificadas como tal. Muñoz consideró "fundamental" que, una vez que se produzcan los deslindes, se pongan en valor estos caminos con actividades varias (campañas de plantación de árboles, por ejemplo) "para el disfrute de la población".