Julián Muñoz ingresa en el CIS de Algeciras para cumplir el tercer grado
El abogado del exalcalde de Marbella considera que la modalidad que se le ha de aplicar a su cliente en esta nueva situación penitenciaria es la de mayor semilibertad, el control telemático
Julián Muñoz, exalcalde de Marbella condenado a privación de libertad por diversas condenas, ingresó ayer en el Centro de Inserción Social (CIS) Manuel Montesinos y Molina de Algeciras para empezar a cumplir el régimen de tercer grado que se le ha concedido por enfermedad grave. Muñoz solicitó afrontar en el CIS algecireño su nueva situación penitenciaria por ser el más cercano al lugar en el que ha fijado su residencia, Jimena de la Frontera.
El ex primer edil marbellí, que el pasado viernes abandonó la cárcel de Alhaurín de la Torre y pasó el fin de semana en el municipio jimenato, tenía que presentarse en el CIS a la cinco de la tarde. Lo hizo con antelación, sobre las cuatro y cuarto, acompañado de su abogado, Antonio José García Cabrera.
Con gesto serio y apoyado en una muleta, Muñoz y su letrado recorrieron a pie el trecho ascendente entre la entrada exterior al CIS y las instalaciones, situadas frente a la cárcel de Botafuegos. Esperaron su llegada varios medios de comunicación, pero lo cierto es que tampoco demasiados y no se registró ningún revuelo.
La junta de tratamiento del centro, tras la evaluación oportuna del preso y sus circunstancias, decidirá ahora, puede que a lo largo de la jornada de hoy mismo, qué modalidad de tercer grado se le aplica a Muñoz.
Los terceros grados más habituales suelen consistir en que el condenado solo ha de acudir al Centro de Inserción Social por las noches y también está fuera el fin de semana. El abogado de Julián Muñoz consideró ayer que la situación de su cliente le hace acreedor a una semilibertad mayor. En concreto por lo que aboga el letrado es por un tercer grado de control telemático a través de un elemento como pueda ser una pulsera al efecto, para vigilar los movimientos del exalcalde en su entorno del domicilio familiar.
"Entendemos que el tercer grado debe ser ampliamente flexible porque no estamos ante uno ordinario, sino ante un tercer grado digamos que instrumental o temporal, hacia la libertad condicional, que está pendiente de resolverse", expuso García Cabrera.
El abogado abundó en que la modalidad de control telemático sería la procedente por cuanto "lo que se ha dicho por todos los médicos es que no puede estar en un centro penitenciario y éste es un centro penitenciario". "Es un tercer grado muy especial. Hay muy pocas personas en tercer grado por enfermedad grave incurable. La mayoría, por no decir todas, están en libertad condicional, no en el tercer grado. Por lo tanto, si este tercer grado se hace restrictivo, recurriremos al juez de Vigilancia", insistió el letrado, quien, por otra parte, sostuvo que el tratamiento médico de Muñoz debe seguir llevándose a cabo en el Hospital Clínico de Málaga.
García Cabrera -que definió las instalaciones del CIS algecireño como "muy buenas"- contó que había encontrado a su cliente "mal", peor que la última vez que lo vio. "Quizá toda esta incertidumbre nueva de cómo se afrontará este tercer grado, qué decidirá el centro, no sé si ha influido. El aspecto físico era malo. Me ha dicho que ha cogido un poco de peso, pero aparentemente no se notaba", declaró.
"La familia estaba muy contenta de que por fin se haya hecho ya efectivo el tercer grado, pero, en fin, ha sido un proceso muy raro y ha sufrido mucho. Ellos lo que desean ya es que su padre pueda estar con ellos. Yo creo que lo que esa familia necesita es reagruparse", también manifestó el abogado.
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