La 'Introspección' de Delgado-Jiménez y Thalassa Orchestra conmueven al Florida con un exquisito repertorio

Con una de las partituras más íntimas y sencillas compuestas por Giacomo Puccini, también de las más emotivas, Los crisantemos, Thalassa Orchestra ha arrancado esta tarde de sábado su concierto, titulado Instrospección, en el Teatro Florida de Algeciras. La directora, Irene Delgado-Jiménez, y sus músicos han estado velados por una rosa, una rosa seca en una de las esquinas del escenario, en recuerdo del fallecido Javier Muñoz, antiguo responsable del Centro Documental José Luis Cano.

Dificilmente Delgado-Jiménez podría haber elegido un repertorio más atinado, la música convertida en palabra, para describir el sentimiento de la instrospección, de la reflexión interna y solitaria de los pensamientos. Esa mirada interior sonó y se palpó gracias a las melodías de Puccini, pero también de Anton Bruckner y Franz Schubert.

La directora de orquesta nacida en Algeciras y afincada en Viena se ha propuesto que la música clásica, lenguaje universal a través de los siglos, conmueva al Campo de Gibraltar, así que, con enorme sagacidad, ha elegido tres temas que conectan directamente con el corazón del auditorio, de una belleza inaudita.

Crisantemi, una obra compuesta en una sola noche, es el llanto de Puccini por la muerte de un amigo, Amadeo de Saboya. Nadie mejor que el genio de Lucca para transmitir la solemnidad, sin serlo, de una marcha fúnebre. Y tras ella, sonaron el Adagio del quinteto para cuerdas de Bruckner y la famosa La muerte y la doncella de Schubert, la pieza más popular del repertorio.

Delgado-Jiménez ha obligado a su orquesta, compuesta por 18 músicos de cuerda, a un esfuerzo casi sobrehumano, pues la intensidad de su programa exprime a los intérpretes, que este sábado han sonado de manera brillante. Un espectáculo de altos vuelos para el Florida dirigido a aquellas emociones que no se pueden evitar, a las que sobrevienen porque proceden de lo más profundo.