La Agencia Tributaria y la Policía Nacional desarrollaron una operación conjunta que ha supuesto la intervención de 200 kilos de cocaína que simulaba la pulpa de piñas frescas repartidas en 11 contenedores a su llegada al puerto de Algeciras procedente de Centroamérica. Hasta el momento hay tres detenidos y dos de ellos son los responsables de las dos empresas destinatarias en Madrid y en Sant Quirzé del Vallés (Barcelona).

El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas explicó en un comunicado que la investigación se inició gracias a la información obtenida por agentes de la Policía Nacional especializados en la lucha contra el narcotráfico. La información apuntaba a la próxima llegada a España por vía marítima de once contenedores procedentes de Centroamérica que iban a ser desembarcados en el puerto de Algeciras. Que su carga legal declarada iba a ser fruta, pero que podrían esconder una importante cantidad de estupefaciente.

Una vez descargados los contenedores, funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Algeciras y agentes de la Policía Nacional se encargaron de examinar la mercancía y dieron cuenta de los sofisticados métodos de ocultación de droga. Entre las miles de piñas frescas que transportaban los contenedores hallaron piezas que habían sido vaciadas y rellenadas con estupefaciente recubierto por cera amarilla que simulaba el color de la pulpa de la fruta. Cada recipiente contenía aproximadamente 18 kilogramos de cocaína de gran pureza.

Además de interceptar los contenedores con la droga, y de hallarla entre la ingente cantidad de piezas de fruta que llevaban los 11 contenedores intervenidos, los agentes averiguaron que los destinatarios de las piñas eran dos empresas cuyo fin social era la importación y exportación de alimentos. Una de ellas está radicada en Madrid y la otra en Sant Quirzé del Vallés (Barcelona). Ambas estaban dirigidas por ciudadanos españoles de origen colombiano y tenían nulo volumen de trabajo y escasa actividad comercial.

Esa información permitió detener, hasta el momento, a tres miembros de la organización, dos de ellos los socios únicos de una de las mercantiles investigadas. Las pesquisas continúan para determinar la implicación de más personas en el tráfico de estupefacientes.

Además, gracias a la información obtenida por los agentes de la Policía Nacional, se pudo localizar otro contenedor con 20 kilos de cocaína que iba a ser desembarcado en el puerto de Amberes (Bélgica), con destino Holanda. Este cargamento fue interceptado por las autoridades belgas, que comprobaron que, en esta ocasión, el estupefaciente estaba dispuesto en láminas dentro de las cajas de cartón que contenían las piñas.

La investigación fue desarrollada por agentes de la Sección IV (grupos 43 y 45), el Greco Chiclana de la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de Policía Judicial, y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Madrid, Algeciras y Barcelona, con la colaboración de la Brigada de Policía Judicial de Barcelona.