El monumento que se convirtió en un símbolo. Así se podría definir a la estatua de las Tres Gracias que se encuentra en la plaza de la Iglesia de La Línea de la Concepción y que ejecutó el escultor Nacho Falgueras.

Los linense vieron inaugurado este monumento en diciembre de 2002, durante la celebración de las fiestas navideñas, cuando era alcalde, Juan Carlos Juárez, y Alfonso Escuadra, concejal y responsable de la extinta Fundación Municipal de Cultura. Ahora, en el décimo año de su aniversario nadie puede negar que se ha convertido en símbolo de la ciudad y en uno de los monumentos más fotografiados por turistas y residentes.

Las Tres Gracias realizan un doble homenaje desde su céntrico enclave y es que el complejo escultórico está dedicado a la mujer linense ya que se trata de tres mujeres vestidas con sus trajes de flamenca pero además sirve también para recordar la figura del insigne pintor José Cruz Herrera, que nació en La Línea en 1890. Esto es así porque fue precisamente un cuadro del artista el que inspiró el trabajo de Nacho Falgueras.

Hoy la figura de las Tres Gracias recibe a los visitantes en pleno centro de la ciudad y provoca una bella imagen si se llega a la plaza de la Iglesia desde el paseo de Fariñas ya que entonces se observa la escultura con la portada del santuario de la Inmaculada Concepción, patrona de la ciudad, al fondo. Esta imagen además se ha usado desde su inauguración para promocionar el municipio que ha encontrado en este reciente y bello grupo escultórico un símbolo, una seña de identidad para venderse como destino turístico.

El proyecto tuvo un proceso largo hasta que se convirtió en una realidad. De hecho fue seis años antes cuando se promovió una cuestación popular para ayudar al Ayuntamiento a conseguir que la iniciativa se llevara a su fin.

La propuesta solo consiguió recaudar 60.000 euros la mayoría de ellos invertidos la mayoría en los trámites para encauzar en el proyecto que finalmente salió adelante y que se inauguró por todo lo alto.

La Línea tiene sus rincones y sus estatuas que la representan pero es indudable que las Tres Gracias, a pesar de su juventud, se ha convertido en uno de los monumentos más queridos por los linenses y que más gustan a los turistas, gracias a Nacho Falgueras y a Cruz Herrera.

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