El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, aplaudió ayer la convalidación del nuevo real decreto sobre la estiba, que regula los aspectos laborales, entre otras cuestiones, para dar por cerrada la reforma y la liberalización del sector.

“Es una noticia muy importante y de gran trascendencia para los puertos. Representa un paso último en ese largo proceso de reforma del sector en el que llevamos trabajando cuatro años y medio”, explicó Landaluce, que en el caso de Algeciras atisba dos consecuencias beneficiosas a corto plazo. “La parte más positiva es la estabilidad laboral, el impacto importantísimo en el empleo en el conjunto del Puerto. No sólo afecta a los 2.200 estibadores y estibadoras, ya que la actividad del contenedor representa un impacto de 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos”, subrayó el presidente, que destaca como “fundamental” lo que la reforma “representa para la seguridad jurídica”.

“Venimos trabajando en nuevos proyectos e inversiones y es responsabilidad de todos que se puedan materializar”, dijo, en referencia sobre todo a la adjudicación de la tercera terminal de contenedores de Algeciras, la fase B de la Isla Verde Exterior, a la que aspira TTI-A.

El Gobierno sacó adelante el pasado miércoles la reforma y liberalización del sector de la estiba portuaria dos años después de abrirse las negociaciones, al conseguir la convalidación de la Diputación Permanente del Congreso para el Real Decreto Ley que desarrolla normativamente la reconversión del sector que se aprobó en 2017.

La Cámara Baja ratificó el texto a pesar del voto en contra de los 25 representantes del PP, partido que, no obstante, estaba en el Gobierno cuando se aprobó la reforma y comenzó a preparar su desarrollo. Ciudadanos optó por abstenerse.