Algeciras

Detenido un médico de Botafuegos por humillar e insultar a sus compañeras

  • Les decía "las mujeres no valéis para nada" o "yo soy médico y tú enfermera, por eso soy más listo que tú"

  • La Policía le imputa un delito de coacciones y otro de odio a las mujeres

Centro penitenciario de Botafuegos.

Centro penitenciario de Botafuegos. / e.s.

"Las mujeres no valéis para nada, solamente en las tiendas", "eres gentuza" o "yo soy médico y tú enfermera, por eso soy más listo que tú". Esas son algunas de las frases que las mujeres del equipo sanitario del centro penitenciario de Botafuegos tuvieron que aguantar de un compañero durante un tiempo. La humillación y desprecio continuados hacia sus compañeras de trabajo ha llevado a la Policía Nacional de Algeciras a detenerlo al considerarlo autor de un delito de coacciones y de otro de odio a las mujeres.

La detención se produjo después de que dos médicos de la prisión denunciaran que desde la llegada de este facultativo al centro penitenciario habían soportado "continuas humillaciones, provocaciones y desprecios" hacia ellas. Los hechos fueron corroborados por numerosos compañeros del mismo Centro Penitenciario.

La baja del facultativo deja de nuevo en cuadro el servicio sanitario de la cárcel

Aunque el detenido tenía un comportamiento "altivo y provocador" con todo el mundo, en el caso de las mujeres acrecentaba su agresividad. Otras trabajadoras del centro explicaron que ellas también habían sufrido un trato denigrante y humillante "por el mero hecho de ser mujer", explicó la Policía en un comunicado.

El detenido empleaba frases contra sus compañeras tales como: "Las mujeres no valéis para nada, solamente en las tiendas", "no tienes ni puta idea, que eres una vaga" o "tenéis un sistema inmunitario débil, probablemente porque sois portadoras de VIH o Hepatitis C, y eso debido a la promiscuidad".

También solía dirigir a sus compañeras frases como "eres gentuza", "yo soy médico y tu enfermera por eso soy más listo que tú, eres poco inteligente, estás de psiquiátrico", o "el mejor puesto al que puede aspirar una mujer es jefa de sección en el Corte Ingles".

El detenido acompañaba estas sentencias de gestos hostiles y actitud "altiva y provocadora" con "la mera intención de despreciarlas" y "lesionar su dignidad".

Algunas de sus compañeras habían sufrido por ello episodios de ansiedad. Las numerosas quejas del personal de la prisión sobre el comportamiento del médico llevaron a que Instituciones Penitenciarias abriera un expediente disciplinario y le suspendiera de sus funciones.

Esta denuncia llega en un contexto complicado para el servicio médico de la prisión. El personal sanitario ha denunciado en varias ocasiones la falta de efectivos: según la relación de puestos de trabajo debería haber nueve médicos y dos de apoyo en el centro, pero hay solo cuatro. Sólo hay cinco auxiliares de enfermería, cuando debería haber nueve, y nueve ayudantes médicos sanitarios, pese a que debería haber doce titulares y dos de apoyo. No se cubren las bajas, ni las vacaciones, de modo que todas estas cifras pueden oscilar a la baja en determinados momentos, denuncian los sindicatos de la prisión.

Esto supone un grave déficit en la atención que reciben los reclusos y una sobrecarga de trabajo insoportable para los facultativos. Estos se ven obligados a enlazar una y otra vez de forma maratoniana sus turnos diarios de trabajo y las guardias de noches y fines de semana. Tampoco hay un psiquiatra permanente que se ocupe del medio millar de internos de este área que toma medicación; la cárcel ha contratado con sus propios fondos a un profesional que acude tres veces al mes. Ante esta situación, denunciaba recientemente Acaip, los sanitarios se ven incluso obligados a repartir "la medicación de forma anómala".

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