Detalles a tener en cuenta para saber si una ginebra es de calidad

Hay pocas dudas: la ginebra es la bebida espirituosa de moda en los últimos años. Después de un tiempo algo relegada, resurgió con fuerza en la segunda década del siglo, y ahora parece que no haya quien la pare. Ginebras hay muchas. No hay más que reparar en la cantidad de marcas que se ofrecen en cualquier bar o discoteca, e incluso en los lineales del supermercado. Pero ¿en qué detalles debemos reparar para saber si una ginebra es de calidad?

Primero, hablemos de la destilación. La ginebra es un aguardiente procedente del maíz, el centeno o la cebada. El agua con la que se realiza la fermentación ya puede marcar la primera diferencia. Algunas ginebras se distinguen por utilizar aguas exclusivas, por ejemplo del Ártico, o procedente del deshielo de glaciares o de aguas subterráneas, todas ellas aguas de mayor pureza.

A la primera fermentación de estos cereales le sigue una destilación. Algunas destilerías someten a sus ginebras a varios procesos de destilado, aunque a veces la cifra reflejada en la etiqueta es engañosa, porque refleja que cada botánico ha sido destilado por separado y luego mezclado. A mayor número de destilados, más refinado es el alcohol. Sin embargo, también es cierto que con cada proceso de destilación se van perdiendo los matices originales. Por eso, hay que tener en cuenta que la pericia de la persona a cargo del proceso, la receta y la calidad del alambique determinan el resultado, pero es aún más importante que se aproveche el "corazón" del destilado, descartando las llamadas puntas.

Del proceso de destilado resulta un aguardiente que después se aromatiza. Ese es, precisamente, el otro gran detalle para reconocer una ginebra, y probablemente el detalle más aparente. ¿Con cuántos y con qué botánicos o especias se ha elaborado una ginebra? Cada cual sabe de una forma porque cada una tiene su propia fórmula. En todo caso, hay un ingrediente básico: las bayas de enebro, utilizadas desde el origen de la ginebra, y que le dan el punto amargo y las propiedades digestivas.

A partir de ahí, casi cualquier combinación es posible: cítricos como la naranja y el limón; semillas de cilantro o coriandro, que aportan un regusto ácido; raíces como la angélica; especias como el cardamomo, la canela o la pimienta; el romero, tan aromático; nuez moscada… Hay infinidad de botánicos que se usan en la elaboración de la ginebra. En muchos bares se servirá esa materia prima acompañando a la bebida para reforzar su intensidad.

El macerado del destilado con estos botánicos dará a cada ginebra su propia personalidad y su gusto particular. Algunas embotelladoras añaden la etiqueta Premium, con la que se pretende reflejar una calidad especial en la materia prima, el destilado y la incorporación de botánicos que dan como resultado una categoría especial de ginebra. Estas ginebras suelen presentarse con un embotellado de diseño, que le confiere un aspecto de producto de calidad. Sin embargo, también hay ginebras que bien merecen un trago sin que están incluidas en la gama Premium.