Cuarteles militares de Algeciras (I)

No podríamos entender la historia de Algeciras desde su renacer en el siglo XVIII sin hacer referencia a la estrecha unión entre nuestra ciudad y el Ejército español. La reconstrucción de Algeciras, tras tres siglos y medio de abandono, vino de la mano de los militares, que apostaron por su reconstrucción. No podemos olvidar personajes tan destacados como el Tte. coronel de Lafitte, el Marqués de Verboom o el General. Castaños, que tantísimo hicieron por la ciudad. Por desgracia el hecho de que Algeciras deba su reconstrucción a los militares ha quedado en el olvido. De la presencia militar en nuestra ciudad ya solo resta un acuartelamiento en la parte alta de la barriada de la Granja, del que trataré al final de este artículo; todos los demás cuarteles han ido desapareciendo a lo largo de los últimos más de cuarenta años.

Hasta el último tercio del siglo XVIII las tropas acantonadas en la incipiente población algecireña, pobre de solemnidad, debían alojarse en casas particulares. En 1725 se construyó un edificio de dos plantas, con dos fachadas situadas hacia el oeste y el sur, en la zona baja de la población, cercana a la plaza Baja; por aquel entonces se denominaba Cuartel de Caballería del Pozo del Rey. Tras proyectarse un nuevo edificio en 1755, este no se llevará a cabo hasta 1771. Costaba de dos plantas, la inferior para ser usada como caballerizas, y la superior, como dormitorio de la tropa. Debía de ser un caserón de paredes encaladas y ventanas sin ningún adorno, con patio interior, semejante a otras edificaciones de la arquitectura popular y humilde de la época. En 1820 es rehabilitado por el Ayuntamiento. El hecho de que en este edificio se alojaran los equinos del ejército provocó la abundancia de moscas, lo cual dio el nombre de “callejón de las moscas” a la actual calle Isaac Peral.

El Pozo del Rey era un punto de singular relevancia en la Algeciras previa a la gran repoblación debida a Verboom, ya que a consecuencia de la pérdida de Gibraltar en 1704, en sus alrededores se instaló uno de los grupos de refugiados que no quisieron estar bajo control del bando austracista, que, con auxilio británico, se disputaba la corona española contra el bando borbónico que propugnaba como rey al gran Felipe V “El animoso”. Ese importante pozo fue muy necesario para el mantenimiento de la unidad de caballería alojada a pocos metros, en la esquina entre las actuales calle Felipe Antonio Badillo y plaza General Martí Barroso. Otro de esos grupos de gibraltareños se acogió a la muy importante Huerta de España, situada entre la actual plaza de España, en la Bajadilla, y el río de la Miel. Entretanto, los grupos mas numerosos que salieron de Gibraltar se instalaron en las Ermitas de San Roque y de Tinoco, dando origen respectivamente a las poblaciones de San Roque y Los Barrios, pero esto es ya otra historia.

El citado cuartel se reformó nuevamente en 1872 y otra vez en 1918, al instalarse allí el ya denominado Gobierno Militar del Campo de Gibraltar, que tenía como sede anterior el edificio nº 1 de la calle Muñoz Cobos y que vuelve a remodelarse. Este edifico fue ocupado por la Comandancia de Ingenieros Militares hasta la desaparición de esta a principios del actual siglo. Tras la citada reforma, el ya Gobierno Militar mantenía los dos pisos y el patio interior y sus fachadas se adornaban con falsas pilastras almohadilladas sobre un zócalo del mismo estilo. Se coronaban por un pretil, en cuya parte central de las dos entradas hacia la actual calle F. A. Badillo y plaza de Martí Barroso, se erguían cuatro especies de torrecillas almenadas que flanqueaban un copete con el escudo nacional. Los balcones centrales se enmarcaban por dos miradores de madera y rejas. En 1956 se reforma de nuevo, dotando a sus dos fachas de un aspecto clásico, con zócalos, cornisas y falsas pilastras de granito artificial; muy al gusto de la época. Actualmente se halla abandonado tras desaparecer el Gobierno Militar del Campo de Gibraltar.

En la calle Imperial, actual calle Alfonso XI, se levantaba, junto al edificio que fuera hospital militar, el gran caserón del cuerpo de Intendencia militar. Contaba con tres plantas, en la que se abrían varios balcones, ventanas y miradores y un gran portalón con arco escarzano por el cual entraban y salían los carros que portaban las mercancías. Se demolió en la segunda mitad de los años setenta del siglo XX para construir la urbanización "Las Palomas".

Desde este caserón dieciochesco, el Departamento de Intendencia se trasladó a unos pabellones de una sola planta, junto a un gran patio, en la avenida Virgen del Carmen, a los pies del desaparecido fuerte de Santiago, junto al cual se erigió la sede de la Brigada del Estrecho, en los años cincuenta de la pasada centuria. Actualmente todo este complejo está ocupado por la Sección VII de la Audiencia Provincial. Se ha proyectado construir un gran edificio que agrupe varios juzgados de nuestro partido judicial. Este edificio tiene forma de L, aunque su ángulo está achaflanado; en el cual se abren la puerta de acceso y sobre ella dos ventanales. La fachada se corona por gruesas cornisas y un copete con el escudo nacional y cuatro pináculos en forma de pequeños obeliscos completan la decoración, muy al gusto de los años de la Postguerra. En las dos fachadas, este y sur, se abren varias ventanas.

Muy a principios del siglo XVIII, en 1704, se organizaron unas milicias para la defensa de la costa en la zona de Getares. En 1705 se integraron en los cuerpos el ejército, con la denominación de Compañía de Escopeteros de Getares. En 1751 pasaron de Getares al fuerte del Tolmo para controlar toda la zona del Estrecho de Gibraltar. En 1833 se instaló el cuartel de Escopeteros en la parte posterior del desamortizado convento de la Merced, sito en la calle Alfonso XI. Esta parte trasera daba hacia el barranco de la línea de costa, en la calle Munición, actualmente Cte. Gómez Ortega. Contaba con dos plantas, en cuyos paramentos se abrían sencillos ventanucos y la puerta tenía un arco escarzano; junto a ella se levantaba una garita, que más tarde desapareció.

En su interior se abría un gran patio, rodeado por las crujías del edificio; la parte inferior del lado oeste contaba con una galería porticada con arcos carpaneles sostenidos sobre gruesas pilastras. El edificio se cubría con tejado a dos aguas de tejas árabes. Las dependencias de este cuartel se fueron ampliando hacia la zona del antiguo convento que estuvo ocupada por la cárcel. Recuerdo haber entrado en este cuartel con mi padre cuando era un niño muy pequeño. Entre las brumas de mi memoria me acuerdo del barranco junto a la estrecha calle Munición y los altos paredones encalados del patio interior, los cuales me impresionaron. Por aquel tiempo pernoctaban en él dos compañías de Infantería, pertenecientes al Regimiento de Infantería Extremadura nº 15, con sede en el cuartel de El Calvario.

El cuartel de Artillería se situó en el antiguo fuerte de Santiago, que databa de 1779, y que se hallaba enclavado en la actual avenida del Capitán Ontañon, en su lado oeste, mientras que su lado opuesto se elevaba sobre el barranco que miraba hacia la bahía algecireña. Este fuerte desempeñó un papel fundamental en la batalla de Algeciras de 1801 y se salvó de la destrucción de la mayoría de los fuertes en 1810 por parte de las tropas británicas en la Guerra de Independencia. Comienza a reconstruirse en 1851 y se artilla con baterías y cañones. En los años 1863 y 1864 se realizaron obras para adaptarlo a la instalación de materiales de artillería. Entre los años 1884 y 1893 el Gobierno decide artillar la Bahía con más refuerzos.

En 1904 se crea el Grupo de Montaña del Campo de Gibraltar y una comandancia de Artillería en Algeciras. El Grupo de Montaña se establece en los barracones del llamado cuartel General Castaños, situado en a la calle Fuente Nueva, que había sido utilizado como almacén de utensilios del Parque Suministros de Intendencia, antiguamente en la planta baja del cuartel del Pozo del Rey, o de Caballería, antes de ser convertido en sede del Gobierno Militar. El fuerte de Santiago, prácticamente se abandona en 1904, de tal manera que cuando estalla la Guerra Civil apenas hay vestigios de la artillería en la bahía algecireña. Las últimas unidades disueltas fueron el Grupo de Montaña y la Comandancia de Artillería.

En 1940 se establece en Algeciras una Agrupación de Artillería en este fuerte de Santiago. En 1943 se creó el Regimiento Mixto de Artillería nº 4, cuya plana mayor radicaba en este lugar. Este regimiento se denominó Regimiento de Costa en 1947; en 1957 cambió su nombre por el de Regimiento de Artillería nº 5. Sus últimas denominaciones fueron la de Regimiento Mixto de Artillería nº 5 (RAMIX 5), en 1960, y Regimiento de Artillería de Costa nº 5 (RACTA 5), en 1985. El 25 de enero de 2001 el Regimiento de Artillería abandona el fuerte de Santiago y se traslada al cuartel que existe en la barriada de los Pinos, junto a la autovía a Málaga, cuyo nombre era Capitán Velasco. En 2007 abandona definitivamente nuestra ciudad. Este cuartel hoy día es sede la Policía Municipal.

En cuanto a la estructura edificatoria de este cuartel sito dentro del histórico fuerte de Santiago, es preciso indicar que presentaba una tipología más propia de un campamento que de un verdadero cuartel, ya que estaba constituido por una serie de barracones; abriéndose en su interior una explanada, que podría considerarse la plaza de armas de aquel recinto castrense. Se entraba en el cuartel a través de un gran portalón, precedido por una garita con forma de bala de grandes proporciones. El muro que lo rodeaba estaba almenado, a la derecha figuraba el letrero con la leyenda TODO POR LA PATRIA, en azulejos, y a su izquierda se levantaba el edificio del economato. Se accedía a su interior por una suave cuesta, flanqueada a cada uno de sus lados por unos muros ataludados. A la derecha se levantaba el barracón del cuerpo de guardia y a la izquierda, el pabellón de los oficiales.

En torno a la gran explanada interior se hallaba los barracones del botiquín-enfermería, de la tropa, la oficina del C.M.R., etc. y, a la derecha, una pequeña capilla con la imagen de Santa Bárbara, patrona del arma de Artillería. Un pequeño callejón orientado al este comunicaba esta explanada con el barranco sobre el que se alzaba el fuerte, en una superficie en forma trapezoidal que sobresalía del conjunto de la muralla. En esta zona se instalaron unas oficinas del Ejército del Aire o Cuerpo de Aviación, y un gran radar que podía ser observado desde la avenida Virgen del Carmen. Cuando se abandonó el cuartel de Infantería en 1978, este acuartelamiento de Artillería se amplió hacia el sur, por gran parte de los terrenos ocupados por el citado cuartel del Calvario.

Mi padre me contaba que cuando se cavaba alguna zanja en el cuartel, se encontraban restos de esqueletos. Muchos años después, tras la demolición de todo este complejo castrense, los arqueólogos, al excavar, hallaron esqueletos de personas enterradas en la Edad Media, pertenecientes a una magna necrópolis a la salid de la población. Junto a este cuartel se hallaba la zona recreativa conocida como "Los Jardines del General", con gran cantidad de especies vegetales. Se accedía a través de un estrecho callejón en el lado norte del acuartelamiento de Artillería. Se eliminó para construir en su lugar un edificio de viviendas para suboficiales. Al lado izquierdo de este callejón se construyó la Escuela de Arte y hoy día, muy ensanchado, es el acceso al edificio de la Facultad de Derecho.

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