'Compro oro', un salvavidas hoy El canal de la Fábrica de Bombas entró en funcionamiento en abril de 1780 para el asedio de Gibraltar
Los clientes venden sus alhajas de valor a las joyerías para sacarse un dinero y afrontar mejor la crisis l balance económico En 2011 los ingresos nacionales por la venta de joyas decrecen un 4,1% y suman en total 1.640 millones de euros
La crisis económica ha generado recesión en casi todos los sectores pero los que más se resienten son aquellos negocios que no ofrecen productos de primera necesidad sino de lujo y cuyos clientes son ciudadanos de a pie, negocios que se ven obligados a reinventarse para no desaparecer.
Es el caso del sector de la joyería y la relojería, uno de los más afectados que lleva varios años en retroceso. En 2011, los ingresos en España menguaron un 4,1% respecto al año anterior, en el que también habían descendido un 1,2%, de manera que el pasado año se ingresaron unos 1.640 millones de euros, según datos ofrecidos por DBK, empresa que aporta información comercial. La principal conclusión que arrojan las cifras es que los hogares, si compran, se decantan por las gamas más económicas. Por otro lado, son las empresas especializadas en la venta de la joyería y la relojería las que se salvan aumentando su volumen de negocio, en detrimento de los minoristas.
Por estos motivos, son precisamente los pequeños establecimientos los que han decidido hacer frente a la situación empleando como armas sus productos. Así, numerosas joyerías y relojerías no solo venden, sino que compran oro, una práctica cada vez más extendida y que les está ayudando a sobrevivir.
El proceso comienza aquilatando el oro que trae el cliente, en función del cual se pagará. Las joyas de 18 quilates son las más comunes, aunque las hay de mayor y menor pureza, y su precio se rige por el valor que tiene en la Bolsa. Se suele pagar a una media de 29 euros el gramo de oro de 18 quilates, según declara el dependiente de un establecimiento en Algeciras, pero siempre aclarando que dicho precio está sujeto a las variaciones del mercado y un día puede desplomarse y otro día subir como la espuma. También hay tiendas que intentan beneficiarse ajustando el precio para obtener una pequeña ganancia. La misma persona confirma que a su local acuden más de 50 clientes a la semana a vender su oro, pero no solo se vende este material, también plata. Para verificar la legalidad del negocio, se remite semanalmente el correspondiente informe policial sobre las compras y en el caso de que haya sospechas se requisan las joyas.
Así funciona un negocio que cada vez se ve más en Algeciras y que supone un salvavidas tanto para los clientes como para las empresas en plena crisis.
Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com
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