Comentario de los planos de Algeciras de 1724 y 1736 (y II)
OBSERVATORIO DE LA TROCHA- NUESTRO URBANISMO HISTÓRICO
La actual calle Alfonso XI (Imperial o del Convento) es una de las vías más antiguas, cuyo origen más remoto hay que buscarlo en la época romana
La calle San Antonio, una de la que más fielmente sigue el plano de 1724
Comentario de los planos de Algeciras de 1724 y 1736 (I)
La actual calle Miguel Primo de Rivera y su prolongación, la antigua calle Rocha, ya figuraba trazada de forma totalmente recta en el plano de 1724 de Algeciras. El trazado posterior hizo que el tramo entre la Plaza Alta y la calle Regino Martínez la convirtiera en un callejón estrecho, que se ensanchó en parte al demolerse la casa que hacía esquina con la Plaza Alta. Resulta curioso que haría esquina con una calle que nunca se construyó en su intersección con la plaza Alta.
La Plaza Alta ya figuraba en el plano del ingeniero militar belga Verboom en 1724, pero no figuraban las calles Santísimo, del Murillo, ni Pablo Mayayo (antes Cte. Gómez Ortega o Munición en el tramo que confluye con la plaza). Curiosamente en ella ya desembocaba la actual calle Alfonso XI (Imperial o del Convento), en cuyo inicio ya existían unas viviendas a cada lado. Esta calle es una de las vías más antiguas de nuestra ciudad, pues su origen más remoto hay que buscarlo en la época romana; después pasó a ser un vial medieval que se extendía hasta la puerta de Gibraltar, en las murallas del lado Norte. Ya en el plano de 1724 presenta un ligero desvío a partir de la calle San Antonio, ya que ya se levantaba un edificio en su segundo tramo, que impidió su total rectitud; este edificio, con el paso del tiempo, sería el Hospital Militar. También se observa el edifico que sería el convento de los padres mercedarios. Al demolerse unas viviendas frente al edificio del antiguo Hospital Militar, se halló el pilar de Fabia Fabiana, de procedencia romana, expuesto actualmente en el Museo Municipal.
La calle San Antonio, que debe su nombre a la batería homónima situada junto al barranco de la actual calle Baluarte, es una de la que más fielmente sigue el plano de 1724. Une las calles Alfonso XI (calle del Convento) y Regino Martínez (calle Ancha). Seguía de forma recta en el plano de 1724 hasta la actual calle Baluarte, anteriormente mencionada; pero el tramo entre la calle Alfonso XI y esta calle se desvió unos metros hacia el norte para la construcción de la iglesia de la Merced. Esta parte se llamó calle coronel Ceballos. A largo del siglo XVIII la calle San Antonio se prolongó hacia el oeste, atravesando el barrio de San Isidro hasta el Secano, más estrecha y algo desviada con respecto del tramo trazado en 1724.
El marqués de Verboom trazó una larga calle que, en forma totalmente recta, unía las murallas del lado Norte, en la actual avenida de Blas Infante (antiguo Calvario), con las murallas del lado suroeste, en la actual calle Cayetano del Toro (antigua alameda vieja). Esta vía se fragmentó en tres calles de distintos nombres: Calle Regino Martínez (calle Ancha), Muñoz Cobos y Cristóbal Colón (calle Larga). De este primitivo diseño solo se realizó hasta el cruce con la calle Ventura Morón (Calle Jerez), aunque se estrechó entre esta calle y la actual de Santísimo, inexistente en el plano de 1724, al construirse ya en el siglo XIX o principios del XX un edificio adosado al ábside la iglesia de Ntra. Sra. de la Palma. Esta parte recibió el título de Muñoz Cobos. A partir de la calle Ventura Morón la vía original sufre un drástico giro hacia el sudeste para acomodarse a la pronunciada pendiente y se desarrolla de forma muy irregular hasta desembocar en el cruce con la actual calle Prim (antigua Torrecilla). Este tramo recibió el nombre de calle Cristóbal Colón (antigua calle Larga, que partía desde la calle Ancha). La topografía del terreno influyó demasiado negativamente en su trazado.
Las calles Cte. Gómez Ortega (antigua Munición), Baluarte, Alférez Villalta Medina (antigua de la Cruz Blanca), que bordea las murallas de Alfonso XI, y Sáez de Laguna no estaban aún diseñadas en 1724 y habría que esperar ya al siglo XIX. De igual manera tampoco figuraban las actuales calles Cristo, Doctor García Cabezas y Montero Ríos, pues hasta bien entrado el siglo XIX no se urbanizarán. Estas calles, al ser mucho más tardías, muestran un entramado ortogonal. La actual avenida de Blas Infante (antiguo paseo de El Calvario) era el lugar por el que discurría la muralla medieval, al Norte de la antigua ciudad. En el siglo XIX se trazó una gran alameda que conducía hasta la plaza de toros de la Perseverancia. En su subsuelo se encuentran los restos de la muralla, foso y torreones, parte de los cuales afloraron tras la demolición del cuartel de Infantería en 1996.
Tampoco figuraba en el plano la actual calle Cayetano del Toro (antigua calle Alameda); aparecían en el plano las murallas del lado suroeste. A mediados del siglo XVIII se construyó una alameda, la “Alameda vieja” que durante el siglo XIX se transformó en calle, al crearse la Alameda Nueva al norte de la población Tampoco existía como tal calle la actual de Segismundo Moret, que consistía en un sendero entre las ruinas de las murallas y el río de la Miel. De igual manera, no figuraba la plazuela Juan de Lima, donde se levantaban aún los restos de la puerta de Tarifa.
Al analizar el plano de 1724, podemos concluir afirmando que el diseño, ortogonal que propuso el ingeniero militar marqués de Verboom apenas se pudo llevar a cabo, salvo en las calles Regino Martínez, San Antonio y Alfonso XI; debido a dos causas principales: primera, la topografía del terreno, con sus marcados desniveles, impedía o dificultaba el trazado rectilíneo de las calles; y segunda, la existencia de varias casas construidas de forma irregular, que no pudieron ser demolidas para alinear correcta y ortogonalmente las vías de la nueva ciudad. De tal manera que el urbanismo de la incipiente ciudad vino marcado por la total anarquía, desorden e irregularidad de sus calles.
En el plano de 1736 podemos observar cómo la nueva Algeciras ya se halla considerablemente poblada y urbanizada. Cabe destacar que ya han desaparecido los restos del presunto alcázar que se erguía en la meseta del actual barrio de San Isidro. En el este barrio, llamado primitivamente de la Matagorda, comienzan a aparecer varias casas que irían configurando a lo largo de la centuria las calles José Román, bordeando la meseta; Ruiz Tagle, como continuación de la calle Jerez (actual Ventura Morón); o calle Gloria, aunque es difícil precisarlo del todo en el plano.
Es significativo que ya sí aparece trazada la calle Sevilla y su continuación, denominada de Juan Morrison (antigua calle Alta). Esta calle uniría la actual avenida de Blas Infante con la calle Panadería (actualmente E. Castelar) y se continuaría hasta la calle de las Huertas a través de un estrecho callejón, denominado Catana, que se ensanchó a finales de los años setenta del siglo XX, al demolerse varias viviendas que formaban parte del colegio de la Inmaculada Concepción. La acera oeste de la calle Sevilla aún contaba con muy pocas casas y servía de límite entre la zona llana y la colina donde comenzaba el barrio de la Matagorda (actual San Isidro).
Las calles Tte. Serra y Bailén comienzan a configurase de forma parecida a la actualidad y también queda trazada la calle San Juan, que une las calles Juan Morrison y Cristóbal Colón. También aparece el comienzo del callejón de Escopeteros, que posteriormente uniría las calles Juan Morrison y Matadero (Tte. Miranda). Otras vías que aparecen en el plano son las calles Muro, que bordea las murallas medievales por su lado Este, entre el callejón del Murillo y el del Ojo del Muelle, que también se marca en el plano de 1736. Era una calle que comenzaba ancha y se estrechaba en su unión con este última. También se observa la calle Santísimo, entre la Plaza Alta y la calle Muñoz Cobos, al costado derecho de la iglesia de Ntra. Sra. de la Palma.
Hay mencionar que todavía no se había urbanizado dos sectores de la vieja ciudad: En primer lugar, el Suroeste, que lo ocupaban huertas, donde ya en el siglo XIX se trazaron Duque de Cabeza y Almodóvar, Cristo, Doctor García Cabezas y Montero Ríos. Todas siguen un diseño totalmente ortogonal; seguía sin las calles aparecer las calles Cayetano del Toro y Segismundo Moret. En cambio, ya estaba consolidad la corta calle Monet. Ya se hallaba totalmente definida la calle Sta. María. El segundo sector sin urbanizar, se hallaba en el extremo Nordeste, en el que se extendía un descampado por donde actualmente se encuentran las calles Sáez de Laguna, Alférez Villalta Medina, Baluarte y Cte. Gómez Ortega (antigua calle Munición). Así mismo tampoco existía la actual avenida Blas Infante (el antiguo paseo de El Calvario).
El resto de calles, en mayor o menor medida, ya habían adquirido la fisonomía que mantendrán hasta la actualidad; no obstante, la calle Muñoz Cobo mantenía la anchura original, pues aún no se había construido el edificio adosado al ábside de la iglesia de Ntra. Sra. de la Palma. A comienzos del siglo XX, según se muestra en un plano de aquella época, ya figuraban el paseo de El Calvario, la actual avenida del Capitán Ontañon, las calles Matadero (actual Tte. Miranda, Cayetano del Toro (antigua calle Alameda) y todas las calles del barrio de San Isidro, trazadas en su mayor parte de forma ortogonal. Igualmente, ya se habían urbanizado los sectores antes mencionados, Suroeste y Nordeste. Ya figuran calles como Duque de Almodóvar, Cte. Gómez Ortega, etc. Sin embargo, restaba por urbanizar una pequeña manzana entre la calle Matadero y el Secano, en el sector Noroeste. Otras calles que irán surgiendo a lo largo del siglo XIX y principios del XX serán calles en la Villa Vieja: Aníbal o “Callejón de la Vieja”, Alexander Henderson, San Nicolás, paseo de la Conferencia, Carteya, etc.
Como conclusión comprobamos que la Algeciras de 1736 se apartó en gran medida del plano ortogonal ideado por el marqués de Verboom y se fue urbanizando de forma anárquica e irregular. También observamos cómo paulatinamente la población se va extendiendo hacia el Oeste, ocupando el cerro del actual barrio de San Isidro. La ciudad ya se ha consolidado y no parará de extenderse hacia el Oeste (barriada de la Bajadilla); pero también hacia el Sur (barriadas de Pescadores, Saladillo, San García, etc.) y hacia el Norte (frustrado ensanche hacia la actual barriada de la Reconquista, San José Artesano. La Granja, etc.). Actualmente Algeciras ha crecido tanto que se extiende sin solución de continuidad desde El Rinconcillo hasta Getares.
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