La Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras es un punto estratégico a la hora de mantener la seguridad en la zona del Estrecho de Gibraltar, paso obligado para las mafias del hachís y de la inmigración ilegal procedente de Marruecos y también para el contrabando de tabaco que sale ilegalmente del Peñón. El trabajo que se desarrolla es muy intenso en esos tres ámbitos, lo que provoca que haya un alto grado de rotación entre los 1.100 integrantes de la Comandancia.

Todo ese cúmulo de dificultades se ha hecho extensivo a la hora de cubrir su jefatura, ya que el concurso abierto para nombrar al máximo responsable de la Benemérita ha resultado estéril al no presentarse ningún candidato. “Es una de las vacantes más importantes y de mayor responsabilidad de la Guardia Civil, pero requiere de mucho esfuerzo y sacrificio”, apunta una de las fuentes consultadas en el cuerpo.

De esa importancia da cuenta el hecho de que, en España, tan solo la provincia de Cádiz -y la región de Asturias, en Gijón y Oviedo- cuenta con dos comandancias de la Benemérita en su territorio.

El Ministerio del Interior, a preguntas de esta redacción, ha admitido las dificultades encontradas para hallar un relevo, pero confía en poder solucionar pronto la situación. Desde la Guardia Civil se apunta que la intención es abrir un nuevo concurso de traslado para cubrir el mando de la Comandancia, en la confianza de que, esta vez sí, haya algunos aspirantes al puesto.

El mando en la Comandancia está vacante desde que el pasado 14 de enero causara baja el coronel Jesús Núñez para asumir la jefatura de la Comandancia de Cádiz. Las funciones vienen siendo cubiertas desde entonces de forma interina por el teniente coronel Fernando López-Rey Quintero, de quien tanto sus subordinados como sus superiores destacan su buen hacer. López-Rey no puede optar aún al puesto de manera oficial ya que este está asignado para un coronel, lo cual limita en cierta medida la posibilidad de cubrirla. 

A la incansable lucha contra el narcotráfico, los contrabandistas y las redes criminales que trafican con personas se suman otras responsabilidades como la vigilancia del Puerto de Algeciras o la Operación Paso del Estrecho (OPE), que cada verano -excepción hecha de 2020 por la Covid-19- moviliza a decenas de vehículos que desde los muelles de Algeciras o Tarifa embarcan hacia Marrruecos, una tarea que obliga a la Guardia Civil a aumentar sus recursos y que priva al mando de la comandancia de tomarse vacaciones en esas fechas.