Buena Muerte decidirá en cabildo el estilo de carga de sus titulares
La nueva junta de gobierno aboga por el cambio a costal Afronta el mandato con múltiples proyectos en cartera
La Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen y Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista tiene nueva junta de gobierno. Tras cumplir mandato la encabezada por José Manuel Triano, se ha producido en la hermandad un relevo generacional. Los nuevos responsables de la archicofradía son aquellos chicos que entraron en ella siendo adolescentes, hijos de las juntas de gobierno de la reorganización de finales de los setenta y principios de los ochenta. Son jóvenes que han decidido dar ese paso adelante. José Manuel Sánchez Bautista es el nuevo hermano mayor de la Buena Muerte, el hermano mayor más joven de Algeciras.
En las cabezas de los miembros de la junta de gobierno de la Archicofradía Carmelita de los Estudiantes que inicia esta andadura bullen las ideas y los proyectos, pero lo primero que van a gestionar es el debate instalado en la hermandad sobre cuál debe ser la forma de carga de los pasos. Los nuevos responsables de la archicofradía abogan por cambiarla y que el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Mayor Dolor empiecen a procesionar a costal en lugar de, como hasta ahora, a varal.
En rigor la expresión empezar a procesionar a costal no es correcta. José Manuel Sánchez recuerda que la hermandad de penitencia, constituida en 1937, salió a costal en sus primeras décadas. La crisis de finales de los sesenta y principios de los setenta hizo que las cofradías algecireñas dejaran de procesionar. A mediados de los setenta emergió la figura del padre Cruceyra, persona muy visionaria que supo administrar la plasticidad de la Semana Santa y que ésta resurgiera a varal. A mediados de los ochenta la Borriquita optó por cambiar la forma de carga y entre finales de los noventa y principios de este siglo también lo hicieron el resto de cofradías, exceptuando Buena Muerte y el Santo Entierro.
El hermano mayor explica que el cambio de estilo se plantea por una cuestión de mera necesidad, puesto que Nuestra Señora del Mayor Dolor ha tenido problemas para completar la cuadrilla de cargadores en los últimos años y se han debido buscar incluso en el mismo día de la salida procesional. A varal los dos pasos requieren de unos 180 hermanos y a costal solo serían precisos unos 90.
Sánchez remarca que ojalá no hubiera que plantearse un cambio de esta naturaleza, pero advierte de que existe un temor fundado a que cualquier año la hermandad se tenga que quedar encerrada porque falte gente para hacer procesionar a los titulares y enfatiza que la junta de gobierno no puede permitir tal escenario, que podría acarrear además una sanción eclesiástica.
La idea es convocar el cabildo de hermanos para que se manifiesten sobre este trascendente asunto en septiembre o incluso en agosto.
Será también a partir de septiembre cuando la hermandad entre de lleno en los nuevos proyectos que tiene previsto poner en marcha. Entre ellos se encuentran la creación de un grupo infantil y de un grupo juvenil y el inicio de un taller de bordado. El sueño es que en el futuro el ajuar de la Virgen o alguna insignia luzca con bordados de la propia cofradía.
Hablando de bordados, la junta de gobierno no se olvida de la joya que tiene la hermandad, el manto de la Virgen de 1912, el único que hay en la provincia de Juan Manuel Rodríguez Ojeda y que perteneció a la Macarena. Su estado es intermedio y sería procedente una restauración, aunque costaría más de 100.000 euros.
Más perentoria es la rehabilitación de la capilla de La Caridad. Su deterioro no permite que las imágenes residan en ella, sino en la iglesia del Carmen. Hará falta una importante inversión porque los laterales se caen y la puerta corre riesgo de desprenderse por el estado de los marcos. La intención es acometer esta actuación en cuanto se dispongan los permisos oportunos y la licencia de obras del Ayuntamiento.
Otras iniciativas son organizar convivencias los primeros sábados de cada mes y ofrecer a Cruz Roja la parroquia para que pueda convocar allí sus colectas de sangre.
Además no se olvidarán otras relevantes acciones que ya realiza la archicofradía, como las donaciones al Banco de Alimentos, el auxilio a los hermanos necesitados o la llamada 'Operación calor', salidas los jueves por la noche de otoño e invierno para echar una mano a los sin techo con comida y bebida reconstituyente.
También te puede interesar
Lo último