Bodegas Luis Pérez amplía la familia con dos nuevos vinos

La familia y trabajadores de Bodegas Luis Pérez se reunieron la pasada semana para presentar dos nuevos vinos que vienen a consolidar la apuesta de la familia por la elaboración de vinos mediante variedades autóctonas de gran apego histórico a nuestra zona. Tras varios años elaborando tintos y jereces la bodega por fin saca al mercado su primer blanco: El Muelle de Olaso. El otro vino presentado se trata de un tinto elaborado a partir de la variedad Tintilla: El Triángulo. Los dos vinos son fruto del trabajo en la viña donde el respeto por el terruño y la poca intervención en bodega son señas de identidad para la elaboración de vinos muy personales y de alta expresividad.

Es por ello que para su selección se sigue el antiguo concepto de zonificación de pagos del marco de Jerez por el que cada parcela se vinifica de forma diferente. En el caso de El Muelle, la uva procede del viñedo El Corregidor, situado en el pago de Carrascal, al norte de Jerez y a unos 20 kilómetros de la costa. Esta histórica finca se ha caracterizado por tener un suelo de albariza de barajuelas que otorga a sus uvas una gran intensidad. El Muelle de Olaso es un vino blanco que trata de dar la vuelta a la variedad palomino, tradicionalmente considerada demasiado neutra, buscando viñedos viejos con rendimientos bajos que aseguren la calidad de la uva y por tanto una alta expresividad. La vendimia se realiza durante dos meses donde se selecciona racimo por racimo sólo los que estén en el punto óptimo de maduración. Después los racimos pasan por una mesa de selección donde se eliminan las uvas que no son adecuadas. El resultado es un vino de gran elegancia con aromas a frutas tropicales como piñas y bananas y otras más frescas como manzanas y peras. La boca es de una gran persistencia, propia de la albariza de barajuelas. El vino sorprende a todo el que ha podido catarlo por ser un palomino completamente diferente, muy expresivo y afrutado. La familia ha querido hacer un pequeño homenaje a sus orígenes sanluqueños bautizando a este vino con el mismo nombre del desaparecido muelle que existía en Bajo de Guía.

En el caso de El Triángulo, el enólogo Willy Pérez vuelve a confiar en la variedad Tintilla de Rota de la Finca El Calderín del Obispo, una de las más conocidas y apreciadas del pago Balbaína, con unas excelentes tierras albarizas muy cercanas a la costa. Aquí se realiza una vendimia manual nocturna que evita el exceso de calor en los racimos facilitando su transporte y conservación con sus cualidades intactas. El resultado es un vino de mesa que busca expresar la fruta y frescura propia de los pagos atlánticos y el gran equilibrio de la añada del 2014. En nariz destaca por las notas de especias conjugadas con moras y cerezas. En boca resulta fácil de beber pero a la vez intenso y complejo. El Triángulo nace como una alternativa más joven del conocido Tintilla que esta bodega lanzó al mercado en 2011 con tan sólo 600 botellas. En esta ocasión se han elaborado 8000 botellas que buscan acercar esta aún desconocida uva a las cartas de un mayor número de restaurantes. Su nombre hace referencia al conocido Triángulo del marco de Jerez que forman las poblaciones de Sanlúcar, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera y se tratará de una colección de vinos de viñas que se encuentran dentro de éste.

Desde el inicio del proyecto en el año 2002 la familia se ha caracterizado por la elaboración de vinos muy personales donde la búsqueda de calidad ha sido el objetivo prioritario. Al tratarse de una de las primeras bodegas del marco en lanzarse a la producción de tintos en una tierra dominada por la uva palomino, los inicios fueron complicados pero en la actualidad, las elaboraciones de Luis Pérez gozan de una excelente reputación. Vinos como Garum y Samaruco han acabado por hacerse un hueco en los mejores restaurantes nacionales e internacionales. En los últimos años han destacado en su apuesta por las variedades locales incluyendo unos nuevos y sorprendentes jereces que vienen a formar parte de un nuevo movimiento en Jerez que busca menos velo y más suelo que están teniendo una gran repercusión internacional. Las bodegas comenzaron con cuatro trabajadores pero en tan sólo unos años han formado una gran familia de diecinueve. A pesar de que la mayoría de su producción se queda en el territorio nacional, bodegas Luis Pérez ya exporta a más de diez países. Los eventos y visitas celebrados en las instalaciones de Hacienda Vistahermosa donde ya pasan unas 15.000 personas al año vienen a complementar la actividad de este negocio netamente familiar iniciado por el profesor Luis Pérez y su esposa Rosario Vega en el año 2002.

Actualmente sus hijos dirigen el proyecto manteniendo el espíritu de artesanos, elaborando pequeñas parcelas donde el viñedo dice mucho y el enólogo interviene poco. En los próximos meses la bodega piensa presentar cinco nuevos jereces de la conocida marca La Barajuela mientras preparan con ilusión la próxima vendimia.