Batallas 'blandas' en la comarca

Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, del Campo de Gibraltar se han subido al carro del deporte "no recocido" del airsoft. Esta particular afición consiste en realizar simulaciones de batallas, con réplicas de armas reales y con uniformes de camuflaje militar. Las replicas disparan pequeñas bolas de plástico biodegradable con pesos que varían de 0,20 a 0,28 gramos que son inofensivas si se utilizan los equipos de protección adecuados.

Los jugadores de airsoft suelen organizarse en asociaciones, como es el caso de Locust Airsoft Club (L.A.C) de Algeciras. Aunque, como nos confiesa uno de sus integrantes, Pedro Luis Castro, todavía se encuentran en trámites para su creación. "Nuestra intención es crear una Asociación Juvenil a la que la gente de toda la comarca pueda acceder para practicar este apasionante deporte" explica Pedro.

Locust Airsoft Club, como la mayoría de los grupos dedicados a este "deporte", tiene una serie de normas, una especie de reglamento de juego que tienen que cumplir todos sus miembros, que se basa principalmente en la seguridad de todos los jugadores. Entre estas normas se encuentran el uso obligatorio de gafas protectoras de seguridad, evitar disparar a la cabeza y/o a menos de cinco metros de distancia, además de la limitación de la potencia de las replicas, que no deben superar los 350 fps (110 metros por segundo).

Pedro cuenta que "los Locust" llevan jugando desde octubre de 2008 y que ya son aproximadamente unos 30 miembros, la mayoría de integrantes de L.A.C rondan edades comprendidas entre los 20 y los 25 los años "aunque tenemos un par de compañeros que superan la treintena" señala Pedro.

En el Campo de Gibraltar, y sus alrededores, además de los Locust existen también multitud grupos que practican airsoft, como los Triple A, los Stalker o los Blackwater, que se reúnen entre ellos para "combatir" en los lugares donde las autoridades les permiten jugar, el Mesón (así le llaman), en la Línea de la Concepción. La urbanización abandonada de La Resinera en Estepona y en el antiguo Campamento de la Legión de Facinas.

Con respecto a la finalidad del juego, Pedro explica que "jugamos a esto, no porque seamos violentos, sino simplemente para divertirnos y para quitarnos el estrés que podamos tener".

Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com