Ana Villaescuesa, presidenta de la Junta del Parque de los Alcornocales

“Algeciras es un lugar privilegiado con un problema grave por el cambio global”

  • La mujer que sacó la ciencia a la calle se propone poner de acuerdo a todos los sectores y administraciones para salvar el parque, con una “población arbórea vieja que hay que renovar”

Ana Villaescusa, en la sede de Diverciencia.

Ana Villaescusa, en la sede de Diverciencia. / Erasmo Fenoy

Cartagenera de nacimiento, gaditana y algecireña de corazón, esta profesora jubilada del colegio Salesianos es el alma de la divulgación científica en el Campo de Gibraltar. La mujer que sacó la ciencia a la calle se ha puesto al frente de la Junta Rectora del Parque Natural de los Alcornocales, uno de los más grandes de España, convencida de que solo si los ciudadanos conocen su entorno podrán luchar para salvarlo del cambio climático.

-¿Añora la docencia?

-Echo de menos a los alumnos. La enseñanza, tal y como está ahora, tiene cosas que me gustan y cosas que no. Por ejemplo, la burocracia en que se ha convertido el papel del docente no me gusta nada en absoluto. El contacto con los chavales sí lo echo de menos, de hecho he seguido ejerciendo labores de docencia por mi cuenta, haciendo bolos, aunque imagino que eso se curará con el tiempo.

-¿Cómo llega a su vida la Asociación de Amigos de la Ciencia?

-Nace en el 2006 con un curso excepcional, por culpa de unos alumnos, un grupo de esos que te tocan, maravilloso, donde no todo el mundo era brillante, pero humanamente eran buenos y muy unidos a mí. De esa promoción han salido quince médicos, eso no ha vuelto a pasar. Se me ocurrió una cosa que yo tenía muchas ganas de hacer que era convertir el patio del colegio en un laboratorio. En el colegio mis locuras las han apoyado siempre y les dije de invitar a otros profesores y otros alumnos. Empezaron a venir otros colegios y otros institutos. Yo tenía la idea de la Feria de la Ciencia de Sevilla, que fue por la que me animé a ir a la calle. Me encantó la idea. Me apoyaron el centro de profesores y el Ayuntamiento.

-¿Cómo lo recuerda?

-Al principio lo hice sola, aunque busqué ayuda y se vinculó la Fundación Campus tecnológico, la UCA, la Politécnica, Enfermería... la gente creyó en mí y a partir del siguiente año vinculé a los profesores en la organización. La asociación nace a partir de una reunión con la Fundación Descubre en 2011. A raíz de esta relación se enriqueció el proyecto, porque te dan recursos, te ayudan economicamente. También apareció Cepsa, que fue fundamental y luego la cátedra Acerinox. Llevamos trece años y siguen. Voy a esos sitios y lo que veo son amigos. La locura que se me haya ocurrido la pongo encima de la mesa y me siguen.

-Ha crecido muchísimo.

-Sí y es cansado. Estoy muy orgullosa del proyecto, pero ya es mucho trabajo y a partir del año que viene hemos dividido las funciones. La directiva y algunos compañeros van a llevar toda la organización y yo me voy a quedar coordinando algunas actividades y con todo el tema convenios y becas. Mis hijos están lejos y quiero ir a verlos cuando quiera, no cuando pueda.

-El objetivo sigue siendo el mismo.

-Sí, que lo que se hace en los centros salga a la calle. Que la gente de Algeciras reconozca el trabajo de sus hijos y de los profesores.

-Y ahora, el Parque de los Alcornocales.

-Sí, eso surge de una propuesta de algunos técnicos y del director del Parque, Juan Manuel Fornell. Yo me quedo al principio absolutamente sorprendida, porque mi relación ha sido siempre de ir a aprender con mis alumnos. Me gusta trabajar en el medio natural, porque no se ama lo que no se conoce. Quería que los chavales supieran cuál es la maravilla que les rodea, pero de ahí a que te propongan eso va mucho camino. Curiosamente salió adelante y curiosamente con un cambio de Gobierno la respuesta se mantuvo, algo que no es habitual.

-En septiembre será la primera Junta rectora.

-Es un órgano consultivo de participación ciudadana donde se reúnen perfiles muy distintos, desde los partidos políticos a la Diputación o el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Por supuesto, el director del Parque, ecologistas, propietarios, corcheros, cazadores, deportistas, etcétera. En cierta manera nuestra misión será de vigilancia, que se cumplan las normas relativas al mantenimiento y conservación de los espacios naturales. A mí parece estupendo que sea así. El presidente debe moderar, escuchar a todos y en caso de empate, dirimirlo.

-¿Con qué intención llega?

-Mi idea es trabajar codo con codo con el director del Parque y con los técnicos, porque son las personas que realmente lo conocen. De todas formas, como soy curranta por naturaleza ya he empezado a trabajar por mi cuenta, a reunirme con compañeros de Agaden, con gente que está en la Junta Rectora, que me expliquen cómo está el tema de la seca, cómo va la Lagarta, quiero ir a un descorche... Conozco el Parque pero quiero meterme dentro y ayudar a resolver los problemas a los técnicos, que son los que tienen que hacerlo.

-Imagino que también tendrá planes relacionados con la docencia.

-Exacto. Tengo un interés especial en acercar el Parque a los estudiantes. En enero me reuní con los dos directores y pusimos en marcha varias iniciativas. Uno de ellos ha sido Concienciarte, que ha salido muy bien. Hemos organizado charlas informativas en los centros, siempre dentro del horario escolar, para que esté al alcance de todos. Vamos a llevar los parques a los colegios. Vamos a poner a los alumnos, por ejemplo, delante de un guardia forestal, que lo conozcan y comprendan que también es una opción de trabajo. Los he vinculado al proyecto de Diverciencia, que va a tener un premio de Ecología y Medio Ambiente que lo van a conceder los parques. Tenemos ideas para acercarnos a la comunidad educativa.

-Que es como hacerlo a todos los ciudadanos.

-Efectivamente. Hay muchos sitios del Parque a los que no se puede acceder y otros sí, pero hay mil maneras de enseñarle a la gente la riqueza que tenemos aquí. Realmente Algeciras es un lugar privilegiado, desde el punto de vista de la biodiversidad, pero tenemos un problema muy gordo, que es el cambio global y eso está incidiendo sobre las especies. El conocimiento de nuestro entorno es fundamental, porque es la forma de crear una conciencia conservacionista.

-Habrá mucho que hacer.

-El problema principal es la seca y es muy grande. Sé que se está trabajando en ello, hay muchos proyectos de investigación, pero hace falta la vinculación total de las administraciones, no solo para este problema, sino también para otros como el del alga. La administración tiene un importante papel para sumar esfuerzos, porque realmente todos tenemos el mismo interés, que el Parque siga. Tiene una población arborea vieja que hay que renovar, hay que hacer un seguimiento, y eso lo tenemos que hacer todos juntos.

-¿Cómo se combate eso?

-La seca no es una causa solo, son muchas y el cambio climático está ejerciendo un papel negativo sobre el árbol. ¿Cómo solucionamos eso? ¿Cómo solucionamos que hemos pasado a tener cuatro meses, casi cinco, de verano? Llegamos a Navidad y no nos ponemos el abrigo. La influencia humana en el clima es un problema importante que está incidiendo en el parque negativamente. Estoy convencida de que el parque hace todo lo que puede por estudiar ese tema y favorecer que los árboles se mantengan. Hay que abordar muchos frentes.

-Quizás hacía falta una mirada femenina.

-Para mí es una satisfacción que hayan elegido a una mujer. En una finca tuve una reunión y era la única, así que pregunté si aquello era lo normal y me dijeron que no. No hay muchas mujeres, como en casi ningún sitio, aunque no en Diverciencia, donde somos mayoría y además, marchosas. Nosotros tenemos la mitad de las chicas investigando y eso ya es un mérito, porque hay todavía una cierta reticencia en las niñas que no se creen capaces de llegar a ser científicas. En Ingeniería y en los cursos de Ciencias Puras somos todavía minoría, pero eso está cambiando.

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