Algeciras

Algeciras cierra 2017 con un superávit de 19 millones de euros

  • La baja ejecución de las inversiones impulsa el ahorro en el Ayuntamiento

  • La deuda baja a 210 millones

  • El interventor alerta de nuevo de la necesidad de mejorar la recaudación

Interior del Ayuntamiento de Algeciras.

Interior del Ayuntamiento de Algeciras. / erasmo fenoy

El Ayuntamiento de Algeciras cerró el pasado año con un superávit de 19 millones de euros, muy por encima de los 10 millones presupuestados a finales de 2016. Un dato que refleja el menor gasto en varios capítulos presupuestarios pero sobre todo la falta de ejecución de las inversiones: frente a los 9,1 millones presupuestados de forma inicial (que crecieron hasta 11,3 vía modificaciones presupuestarias), el Consistorio algecireño invirtió solo 1,2 millones de euros en 2017.

Ese dato refleja las actuaciones que se iban a realizar dentro del proyecto de La Caridad y que no se pusieron en marcha en plazo o la falta de ejecución de la acera de La Marina, obra que está ahora en sus inicios. También un menor gasto corriente (bienes y servicios) de lo presupuestado: se reconocieron obligaciones por 21,3 millones de euros, aunque a finales de 2017 todavía quedaban por pagar 13,5. El capítulo de personal y el de pasivos financieros fueron otros que quedaron por debajo de lo presupuestado.

El remanente de tesorería mejora: se queda en -14 millones frente a -44 de 2016La Intervención reclama un plan de disposición de fondos de la tesorería

Como resultado, esos 19 millones de superávit que deberán servir para paliar el endeudamiento neto y que el alcalde, José Ignacio Landaluce, anunciaba ayer durante la presentación de la liquidación de los presupuestos de 2017. "Eso se consigue evitando el despilfarro, logrando que las empresas se gestionen mejor", remarcaba.

El equipo de gobierno destacaba ayer los datos positivos arrojados por una liquidación que deja en 96,8 millones de euros las obligaciones reconocidas y 117 millones los derechos. Y que ha reducido en 13 millones la deuda a lo largo de 2017, lo que eleva ya a más de 40 millones "la deuda bancaria amortizada desde 2011", heredada del Gobierno socialistas, remarcó Landaluce. Con esa reducción la deuda financiera se queda en 174 millones, mientras que la comercial está en la actualidad en 36 millones de euros. Un total de 210 millones a afrontar en 2018.

Para ello, y ante el retraso en el pago a proveedores que ha denunciado el propio Ministerio de Hacienda (es de 377 días), el Consistorio ha solicitado al departamento de Cristóbal Montoro un fondo de ordenación especial, una especie de reedición de los planes de pago a proveedores para poner el contador a cero. El Ayuntamiento conseguiría así un préstamo del ICO para abonar la deuda comercial y la convertiría en bancaria a bajo tipo de interés. Las conversaciones al respecto "van bien", aseguraba ayer Landaluce.

Otro de los aspectos resaltados por el equipo de Gobierno es la reducción del remanente de tesorería negativo, progresiva desde 2011 y ante la que esperan acabar el mandato a cero. "En un año hemos recortado 30 millones del remanente de tesorería", remarcaba el teniente de alcalde delegado de Hacienda, Luis Ángel Fernández. Este ha pasado de -44,6 millones de euros a -14,2 millones, fundamentalmente gracias al descenso en el exceso de financiación afectada, remanentes de crédito que se solicitaron pero no llegaron a ejecutarse en las actuaciones comprometidas, que generan un desfase contable que se va reduciendo.

Sin embargo, alerta el interventor, hay una realidad preocupante en ese remanente de tesorería: el aumento de los saldos de dudoso cobro. Ya suponen 113 millones dentro de la contabilidad municipal, millones que se considera que difícilmente se van a poder cobrar porque corresponden con derechos de muchísima antigüedad. En este sentido, el interventor vuelve a alertar de la necesidad de lograr una "eficaz gestión recaudatoria", ya que aunque se ha mejorado "aun queda bastante recorrido por mejorar". El Ayuntamiento ya ha destacado en otras ocasiones que está trabajando con la Diputación (encargada de la recaudación) para mejorar esa ejecución, que también se refleja en el presupuesto. Así, frente a los 48,79 millones de euros que se preveían ingresar en 2017 por impuestos directos se reconocieron 45,9 y se cobraron a lo largo del ejercicio 34,4. Las cifras bajan notablemente en el caso de las tasas y otros ingresos: si se preveía obtener 21,17 millones inicialmente (hasta 25,35 en previsiones definitivas) se han ingresado solo 14,79 millones de euros.

El interventor certifica que se cumple la normativa de estabilidad presupuestaria y la regla de gasto, pero al mismo tiempo insta al Ayuntamiento a que desarrolle un plan de disposición de fondos de la tesorería ante el riesgo de que no se garantice el cumplimiento de la prelación de pagos. Esta da prioridad absoluta al pago de la deuda financiera; después irían los gastos de personal y las obligaciones de ejercicios anteriores

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