El túnel del tiempo

"El Algeciras tiene que apoyar a los clubes modestos del fútbol base"

  • Juan Llanes Blanco. Presidente de la Asociación de Fútbol Base de Algeciras

AL margen de su profesión de administrativo, que ejerció en Sotogrande durante seis años y 30 en la empresa papelera de Celupal, el fútbol ha sido su vida. Un accidente, cuando era niño, le imposibilitó llegar a ser jugador pero, ello, no fue obstáculo para que Juan Llanes Blanco siguiese inmerso en el deporte rey hasta nuestros días, como dirigente, fuera de los terrenos de juego. "El gusanillo del fútbol lo llevo dentro desde que era un crío e iba a ver jugar al Cádiz en el desaparecido estadio de La Mirandilla. Eran los tiempos de Rubio; Manolín Bueno, padre; Cuartango, Armengol, Nené, Pastilla... y tantos otros grandes jugadores, que fueron los ídolos de mi infancia", evoca. Aunque gaditano de pura cepa, en 1962 llegó a Algeciras y desde entonces, aquí sigue, "con el corazón partío, entre la Tacita de Plata y Agesira mare, Callejón der Muro", como gusta decir.

Su pasión por el fútbol le llevó a contactar pronto con las bases y en 1983, fue nombrado Delegado Comarcal de la Federación Andaluza, (FAF), siendo presidente Cristóbal Reina. "Estuve once años dirigiendo el fútbol a nivel de base, en el Campo de Gibraltar, en las categorías de juveniles y aficionados. Fue una época muy bonita que recuerdo con gran cariño. En ese tiempo salieron un buen número de jugadores importantes, como Manolo Villa, hoy segundo entrenador del Algeciras, que jugó en primera con Cádiz y Málaga; Benito Sánchez, estupendo defensa que jugó también en primera con el Elche, Cádiz y Hércules; Pablo, que lo hizo en el Numancia cuando fue eliminado en las semifinales de la Copa del Rey por el Barcelona; Dani Platero; el malogrado Angelito Sáez, y otros muchos que harían muy larga la lista", recuerda.

En 1994, Antonio Bernal sustituye a Cristóbal Reina al frente de la Delegación Provincial de la FAF y Juan Llanes, que había sido nombrado por Reina, presenta su dimisión a Bernal de la delegación que regentaba; dimisión que le es aceptada. "Consideré que era lo más ético al cesar Reina, que fue quien me nombró. Además yo llevaba ya mucho tiempo en el cargo y estimé que era un buen momento para que entrasen otras personas, con nuevas ideas, que siempre benefician al organismo en cuestión", explica. Pero el ostracismo como dirigente del fútbol base, le duró poco. Al año siguiente, 1994, un grupo de aficionados, directivos de 18 clubes modestos, crean la Asociación de Fútbol Base de Algeciras, (AFBA), y le eligen presidente, cargo en el que continúa. Con él, completan la junta directiva Paco Cruzado, vicepresidente; Eugenio Martín, vocal de campos; Francisco Martín, tesorero, y Juan Valencia, como representante de la AFBA, en el Patronato Municipal de Deportes, (PMD). "Nuestro cometido es el apoyo y tutela al fútbol base, desde la categoría prebenjamín a la de juveniles, función que realizamos en colaboración con el PMD mediante convenios, que suponen unos 165.000 euros anuales; cuantía con la que se sufragan los gastos de fichas, inscripciones, mutualidad, arbitrajes, mantenimiento de 14 terrenos de juego, y desplazamientos en torneos provinciales", detalla.

Una importante labor que, entre los diversos equipos por categorías que tienen los 18 clubes de la AFBA, mueven unos 2.000 jugadores. Sin embargo, los frutos no se ven en la aportación de jugadores de la cantera al primer equipo de la ciudad, como se daba en las décadas de los 60 a los 80 en las que salieron los Baby, Hita, Polo, Moli, Del Cura, Manolito, Lima... y tantos otros que llegaron a jugar en equipos punteros de primera división. Así se lo decimos, e indagamos el por qué. "Es cierto, admite. Yo veo dos razones; por un lado, que los ojeadores y papás de los niños prefieren llevárselos a un equipo de segunda o primera, antes que al Algeciras; de otra parte, el Algeciras, desde hace años, lleva una política errónea con los clubes modestos, sin proteger, ni cuidar el fútbol base y, así, no hay forma de que salgan jugadores para nuestro primer equipo. Como suele decirse, entre todos la mataron -cantera-, y ninguno fue", argumenta. ¿Ve solución al caso? Medita unos segundos y apunta. "El Algeciras debería tener un equipo de técnicos, ojeadores, que sigan a los chavales y, cambiar la política que sostiene, prácticamente nula, con el fútbol base", expone.

Usted lleva metido en el tema un cuarto de siglo. ¿Hasta cuando piensa seguir? Si le digo la verdad me iría ahora mismo, porque estoy cansado y hace falta que entre savia nueva, que potencie el fútbol modesto. Si aparece ese hombre digo adiós al cargo, ¡ya!, aunque seguiría ayudando en todo lo que pudiese, al compañero que me reemplazase", sostiene.

O sea, que todavía se resiste a tirar la toalla del todo.

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