De Algeciras, Alfonso XI y el IVA

Los impuestos sobre el consumo se originan en el sitio de la ciudad en 1342, tras una orden del rey castellanol alcabala Es el primer tributo sobre el volumen de ventas de la historia, ya que se creó para financiar la campaña contra los musulmanes

Uno de los puentes de acceso de las murallas merinís de Algeciras, en una imagen de archivo.
Uno de los puentes de acceso de las murallas merinís de Algeciras, en una imagen de archivo.
J. Jiménez Gálvez / Algeciras

08 de septiembre 2010 - 01:00

El Gobierno central impulsó este mismo año una importante subida del IVA con el objetivo de aumentar la recaudación sobre el consumo -una de las principales fuentes de ingresos del Estado-. La medida, que entró en vigor el pasado 1 de julio, tuvo una consecuencia inmediata: los bolsillos de los ciudadanos se resintieron a causa del incremento de los tributos. Un efecto muy repetido a lo largo de la historia. Porque, aunque no lo parezca, los gravámenes sobre el consumo tienen un origen bastante antiguo e íntimamente relacionado con Algeciras.

Y es que, según resaltan los historiadores, este tipo de impuesto tiene su origen en el sitio de la ciudad de 1342. Una iniciativa del rey castellano Alfonso XI que, junto a las flotas de Aragón y Génova, tenía por objetivo reconquistar la por entonces localidad musulmán de Al-Yazirat Al-Hadra.

De esta forma, el monarca cercó durante 21 meses el municipio y, para financiar la campaña, implantó el impuesto de la alcabala en todo el reino -aprobado por la Corte de Burgos-. Una medida que implicó la utilización de un tributo sobre el volumen de ventas por primera vez en la historia. Y, además, ya en pleno siglo XIV se convirtió en la principal fuente de ingresos del Estado a través de la recaudación de impuestos.

El conflicto comenzó finalmente el 3 de agosto, cuando el rey de Castilla ordenó a sus ingenieros averiguar los puntos óptimos en los que debían apostarse las tropas para evitar la salida de soldados musulmanes de Algeciras y la entrada de refuerzos procedentes de Tarifa o Gibraltar. Y es que el propio Alfonso XI tenía muy claro que la ciudad debía caer por el peso del hambre y no bajo el yugo de las armas. De hecho, cerca de 30.000 personas -entre habitantes del municipio y combatientes bereberes- sufrieron las consecuencias del cerco.

Finalmente, el monarca consiguió tomar Algeciras. Un hecho crucial a la hora de analizar la evolución de la reconquista cristiana, puesto que los castellanos lograron apoderarse así del principal puerto de la costa norte del Estrecho de Gibraltar. Además, con el objetivo de impulsar la actividad económica de la nueva ciudad, Alfonso XI emitió en 1345 la Carta de Ordenación de Algeciras para otorgar tierras de cultivo y beneficios fiscales a quienes se asentaran en la localidad.

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