josé carlos gómez. guitarrista y compositor

"Nuestra guitarra es como los vientos del Estrecho"

  • El algecireño lleva su disco, 'Origen', al XXII Festival de Jerez

El guitarrista José Carlos Gómez (Algeciras, 1972) afronta en muy pocos días una cita muy importante tanto para su carrera como para la aún corta pero reluciente vida de su disco, Origen. El autor y su obra estarán el 9 de marzo en el XXII Festival de Jerez de la Frontera. Será a las siete de la tarde en la sala Paúl, uno de los escenarios de un certamen en cuya programación están presentes los principales baluartes del cante, el toque y el baile de este país. Su propuesta se enmarca en el ciclo Toca Toque y se hará acompañar por la voz de El Junco. El algecireño añora a Paco de Lucía, referente inexcusable para él y de quien recibió toda la fuerza para continuar en este difícil mundo de la música.

-Jerez de la Frontera… ¿toda una ilusión, no?

-Pues sí. Es que creo que es quizá el festival más importante del mundo junto a la Bienal de Flamenco de Sevilla. Tenía todas las ganas posibles de tocar allí.

-¿Un disco nuevo es una criatura a la que cuidar hasta que vaya madurando?

-Sí, así es. Me vale el ejemplo. Y más ahora, que como están las cosas en el mundo de la música los artistas lo hacemos casi todo. Soy prácticamente mi propio mánager salvo en algo que me ayuda mi mujer, soy mi sello discográfico… Todo. Trabaja uno su propia difusión y eso le lleva a ir conociendo gente que va abriendo el camino porque la verdad es que hay muchísimos guitarristas y también discos. Ahora con las redes sociales…

-Eso quería preguntarle a continuación, ¿Le ayudan las redes sociales? ¿Cuál es su experiencia con ellas?

-Me llevo bien con ellas, he vivido la parte buena en tanto en cuanto me han servido para dar a conocer Origen, al que llegué tras una primera etapa de 25 años como guitarrista y desde el que todo comienza, un poco de nuevo, con este trabajo discográfico de guitarra flamenca. Gracias a las redes he vivido lo que he vivido con Irán.

-¿Con Irán? ¿Cómo es eso?

-Pues que empecé a recibir muchos mensajes de gente que me escribía en árabe hasta que averigüé que procedían de Irán. Me llegaban por Instagram. Era una barbaridad, muchísimos. Acabé haciendo dos giras allí. Hay en ese país una afición tremenda por la guitarra flamenca. Muchísimos chavales y chavalas aprendiendo… Es increíble. La primera vez fui una semana. Y la segunda estuve 20 días y recorrí con conciertos todos los rincones de Irán. Me pasaron cosas muy curiosas que me recordaron la Andalucía de 30 años atrás. Creo que habré sido el primer guitarrista flamenco en estar tanto tiempo en Irán.

-Su disco, Origen, tiene un arranque verdaderamente bonito gracias a unas palabras suyas sobre su infancia en el barrio algecireño de La Reconquista y las tres etapas en las que, según dice, se divide su trayectoria vital…

-Sí, la primera es desde que nazco hasta que cumplo los 25 años más o menos. Para mí fue una universidad vivir la Algeciras flamenca de los 80, poder acompañar a la guitarra, en aquel tiempo, a cantaores como Antonio Madreles o Canela de San Roque, convivir con la impresionante lucha del tocaor Andrés Rodríguez y todas las iniciativas que emprendía. Luego vino el tiempo de mi estancia en el Ballet Nacional de España, estar con Tomatito, Moraíto, aquel disco de Potito con Pepe de Lucía. Y después afronté mi trasplante de riñón en 2014. Mi vida cambió para mejor porque, cuando te pasa algo así, todo se valora muchísimo más. Te haces más valiente y agarras la dirección que quieres tomar con tanta fuerza… Tocar con artistas de la talla de Duquende, Armando Manzanero o El Pele es un privilegio. He superado las tormentas y maremotos, como yo les llamo, gracias a mi familia y mi gente. Encaro ahora todo con más calma y madurez.

-Estos días del cuarto aniversario de la desaparición física de Paco de Lucía le he escuchado hablar de él. Es patente lo que lo añora.

-Sí, cuatro años ya… Yo creo que es algo que no podemos asimilar. Su figura sigue muy presente aquí. Me ayudó, evidentemente me marcó.

-Y le apoyó, claro.

-Por supuesto. Saber que a él le gustaban las cosas que yo hacía me dio muchísima fuerza en el mundo de la guitarra flamenca. Eso fue definitivo para mí.

-Ahora viene el Festival de Jerez pero, junto a José Manuel León, estrenará en primavera un espectáculo en Granada para homenajear precisamente a Paco de Lucía.

-Efectivamente. Lo que estamos preparando se llama Algeciras después de Paco. Será el 7 de mayo en el teatro Alhambra, en Granada. Estamos muy contentos con este proyecto. Intentamos defender nuestra escuela, la escuela de la guitarra algecireña, que arranca con Antonio Sánchez, el padre de Paco, del que pienso que, como todos los de su época, seguía a Niño Ricardo. Y continúa luego, por supuesto, con el genio universal que fue su hijo. La escuela, esta forma de tocar, es de una gran limpieza en el sonido y con un ritmo mucho más vivo que en otros lugares. Es como los vientos del Estrecho. En mayo tocaré también en el norte de Portugal, en Santo Tirso. Y para finales de año hay algo interesante previsto en México de lo que aún no puedo contar mucho…

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