Cultura

El flamenco abraza a Ramón Soler

  • El estudioso recibe la XVI Distinción del Cante Grande de Algeciras en una sede abarrotada

Fue una tarde plena de emoción. Aún recuerda el flamencólogo Ramón Soler cuando, de niño, venía a ver a su tío Luis Soler a Algeciras desde Málaga y empezaba a tomar conciencia infantil de la importancia de los personajes del cante, el baile y el toque que tradicionalmente ha alumbrado esta tierra. Todo su caudal de estudio, investigación y vivencia de esta música encontró ayer reconocimiento cuando, en mitad de una gran ovación, le fue entregada la XVI Distinción de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras.

Lo jondo ha sido la gran pasión vital de los Soler. Ramón viene recogiendo hace décadas el testigo de su tío Luis, quien fue concejal en la calle Convento y mostró ayer su orgullo por este espaldarazo público a la dilatada e interesante -por didáctica y profusa- trayectoria de su sobrino como investigador y estudioso. Una carrera en la que aparecen decenas de libros, artículos, conferencias y publicaciones de los que no han escapado personajes tan decisivos como Antonio Mairena, Juanito Mojama, Antonio El Chaqueta, Juan Peña Lebrijano o Diego del Gastor, por citar solo unos cuantos ejemplos.

Después del acto protocolario de entrega llegó la fiesta, un rebose de flamenquería

Nadie se quiso perder la cita. El presidente de la entidad flamenca algecireña, Carlos Vargas, explicó que la obra de Ramón justifica por sí sola y más que sobradamente esta concesión. Si además su artífice es una persona accesible, didáctica y que juega un papel clave a la hora de difundir y promocionar el flamenco pues... casi no hacen falta más comentarios. El homenajeado recibió humildemente la distinción. Y reaccionó ante ella como los grandes: "Esto más que un homenaje a mi persona es un reconocimiento a una forma de entender el flamenco, una forma que va unida a la amistad y al calor humano".

El sobrino y albacea del mismísimo Antonio Mairena, Antonio Cruz, estuvo presente al igual que otros muchos representantes peñistas, asociativos, artísticos, políticos y ciudadanos para una ocasión tan relevante y de marcado carácter cultural. Ramón Soler es un personaje muy querido en el mundo del flamenco. Ocupa ahora la presidencia de la Fundación Antonio Mairena y su labor en pro de esta música como principal emblema de Andalucía es realmente incansable.

Tras el acto protocolario de entrega vino la fiesta. Así, la Sociedad del Cante Grande había preparado un menú eminentemente festero para esta fecha porque el ambiente era de reseñada celebración. Y para la euforia y el rebose de flamenquería ahí estuvieron los cantes y bailes del algecireño José Lérida, El Pañero, el jerezano Juan Garrido, el sevillano Javier Heredia y su esposa, la japonesa Rhina, con las guitarras de Antonio Soto y José de Pura. Una jornada para el recuerdo en que, a través de esta entidad algecireña, el flamenco abrazó con fuerza a Ramón Soler y le agradeció sinceramente lo mucho que éste hace por él cada día.

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