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Gibraltar alerta de la presencia de ejemplares de 'fragata portuguesa'

  • Este sinóforo con apariencia de medusa es altamente peligroso. Las autoridades del Peñón avistan 20 ejemplares y piden a submarinistas, pescadores y usuarios del litoral que extremen precauciones

El Gobierno de Gibraltar alertó ayer de la presencia en las aguas que rodean el Peñón de varios especímenes de fragata portuguesa, un sifonóforo con apariencia de medusa altamente peligroso que también recibe el nombre de burbuja o botella azul.

Según informó el Ejecutivo en un comunicado de prensa, el último avistamiento por parte de la Policía gibraltareña se produjo a primera hora de la mañana de ayer. En concreto, los agentes observaron un banco de unos veinte ejemplares a menos de cien metros de Sandy Bay. Al parecer, algunas de ellas lograron llegar a la arena en Camp Bay y Rosia Bay.

A este respecto, las autoridades de Gibraltar piden precaución a bañistas, pescadores y submarinistas, ya que su picadura es peligrosa. Aunque la fragata portuguesa es más común en el océano Atlántico, el Gobierno afirma que es probable que el fuerte viento registrado en las últimas jornadas arrastrase a estos ejemplares a través del Estrecho hasta estas aguas.

Este sifonóforo -animal formado por una colonia de organismos- posee unos tentáculos provistos de cápsulas urticantes denominadas cnidocitos que pueden paralizar a las presas. Estas cápsulas, ante el estímulo apropiado, liberan un filamento hueco y espiralado de un único uso llamado nematocisto.

Un tentáculo segregado y los especímenes muertos -incluyendo aquellos que terminan en la orilla- pueden producir una picadura tan dolorosa como la de la criatura viva. De hecho, su potencia puede perdurar durante horas e incluso días en los dos supuestos antes mencionados.

La fragata portuguesa es fácilmente reconocible por su cuerpo azulado, que puede alcanzar los 30 centímetros de longitud. Del cuerpo cuelgan los tentáculos, que en ocasiones superan los doce metros. Hay constancia científica de tentáculos que exceden los 30 metros de largo.

Aunque este sifonóforo no es habitual en Gibraltar, el Gobierno del Peñón señala que estos especímenes pueden convertirse en visitantes habituales en el futuro. Los síntomas de una picadura son dolor abdominal y/o en el pecho, dolor de cabeza y nauseas, espasmos musculares -convulsiones en los casos más severos-, entumecimiento y dolor en las extremidades, dificultad al tragar, irritación y transpiración.

En el caso de ser atacado por una fragata portuguesa, las autoridades recomiendan, en primer lugar, retirar cualquier resto del animal que pudiera permanecer sobre la piel del afectado pero evitando tocar directamente con los dedos.

A continuación, se aconseja aplicar agua salada en la zona afectada y no agua fresca, ya que esta suele conllevar un empeoramiento, proteger la herida lo mejor posible y acudir de inmediato a un médico.

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