El taxista linense Manuel Almida Ramírez, de 41 años, fue víctima en la noche del lunes de un atraco cuando realizó un servicio a Los Junquillos y resultó herido de tres puñaladas.

Los hechos tuvieron lugar poco antes de la medianoche, cuando se requirieron los servicios de un taxi en la calle Purísima Concepción. La víctima acudió a realizar su trabajo y una persona se sentó en la parte delantera del vehículo, entonces, otro individuo abrió la puerta del conductor con la intención de robarle y le hirió con una navaja en la cara, cuando levantó el brazo para protegerse, recibió otra puñalada en la axila y finalmente, en la pierna.

Efectivos de la Policía Local acudieron al lugar de los hechos y avisaron al servicio de emergencias del 061, que trasladó al herido hasta el hospital, donde permaneció ingresado hasta las 12:45 de ayer, cuando recibió el alta ya que según la delegación provincial de Salud, las heridas que le provocaron con arma blanca fueron leves.

El Cuerpo Nacional de Policía es el que se ha hecho cargo de la investigación de los hechos que no quiso dar información al respecto pero se sospecha que ambos individuos trabajaban juntos.

Los taxistas de La Línea realizaron ayer una concentración con sus vehículos en el Palacio de Congresos y luego se dirigieron con los mismos hacia la jefatura de la Policía Local y la comisaría de la Policía Nacional.

El secretario de la Cooperativa del Taxi, Rafael Pacheco, explicó denunció a este medio la "falta de seguridad que hay por las noches en La Línea porque no hay presencia policial de ningún tipo". El taxista aseguró que esto "se veía venir y la cosa va a ir a peor porque hay mucha gente en el paro".

El alcalde, Alejandro Sánchez, recibirá mañana, a las nueve de la mañana, a los representantes del colectivo en la jefatura para hablar de este suceso e informó de que su intención es contactar con el comisario, Ángel Lozano, para "poner en común los efectivos de la Policía Nacional y la Local y mejorar la seguridad en determinados lugares y horarios".

Por su parte, el Sindicato de Policías Municipales (S.P.P.M.E.-A.) afirmó que el "problema de inseguridad ciudadana no es culpa de la Policía Local, es un problema nacional" puesto que las Fuerzas de Seguridad "son desprestigiadas y pisoteadas continuamente".