España tendrá hoy (20:30 horas) un duro enfrentamiento con Croacia, campeona del mundo de 2003 y anfitriona, en la cuarta jornada del Mundial de balonmano, donde espera conseguir una necesaria victoria ante un rival del que guarda buenos recuerdos de los últimos años.

Y es que los croatas, históricamente complicados para los españoles, son partícipes de tres de los cuatro grandes éxitos del combinado nacional en estos últimos cuatro años, aunque en 2003 apartaron a España de la final mundialista de Portugal.

Sin embargo, la selección se tomó la revancha dos años después y se proclamó por primera vez en su historia campeona del mundo al derrotar en Túnez a los de Lino Cervar por un contundente 40-34 y, meses después, logró el oro en los Juegos del Mediterráneo de Almería.

En 2006, el combinado nacional conseguía la medalla de plata en el Europeo de Suiza, donde no se cruzó con Croacia, y la última conquista de mérito de este periodo se produjo en los Juegos de Pekín del pasado verano. Los croatas ganaron en el debut del torneo por 31-29, pero sucumbieron en la pelea por el bronce por un claro 35-29 tras una gran segunda parte de los de por entonces entrenados por Juan Carlos Pastor.

Croacia mantiene un bloque que se ha ido renovando, pero que mantiene a figuras de antaño como el genio Ivano Balic, Petar Metlicic, Igor Vori, Blazenko Lackovic o los guardametas Venio Losert y Mirko Alilovic.

Los de Lino Cervar, aspirantes a todo en cualquier torneo, comenzaron el Mundial con una sufrida victoria ante Corea del Sur por 27-26, gracias a dos goles finales de Metlicic, y luego arrollaron a Kuwait y Cuba.