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España gana con paciencia y calidad

  • Creciendo El combinado de Valero Rivera supera con solvencia una prueba más seria que la de la primera jornada Sorpresa Portugal demuestra un salto de calidad respecto a los últimos años y no acudirá al Mundial como convidado de piedra

La selección española superó ayer un examen mucho más serio que el de la primera jornada del Torneo Internacional que se disputa en Algeciras. El combinado que dirige Valero Rivera doblegó, al final con holgura en el marcador, a una selección portuguesa que demostró que no acudirá al Mundial como comparsa, sino que evidenció un salto de calidad respecto a los últimos años y plantó cara a la roja durante la mayor parte del encuentro.

El seleccionador español insistió en la defensa 5-1 que tanto le gusta, sobre todo en la segunda parte, y obtuvo muy buenos resultados. La paciencia fue clave en el triunfo de los españoles, que después de una primera parte muy igualada obtuvieron pequeñas rentas en momentos muy concretos del partido gracias a un gran trabajo defensivo y rápidos contragolpes. Además, la preparación física de España, superior a la de su rival, ayudó a allanar el camino en la segunda mitad y obtener un marcador abultado y algo engañoso para los méritos de los lusos. Pese al buen hacer del rival, los 20 goles que consiguió dejan clara la buena labor defensiva de la roja, que cuando más apretó, en la segunda parte, sólo encajó nueve goles.

Hasta mediado el primer tiempo se mantuvo la igualdad en el marcador, con un intercambio de golpes del que los portugueses lograron salir indemnes. Varias buenas intervenciones de Sierra y de la defensa, en general, permitieron que del 8-7 del minuto 13 se pasara al 13-9 del minuto 23. Fue la primera renta importante de España. La tónica del intercambio de golpes se mantuvo hasta el descanso, al que la roja llegó con cinco tantos de ventaja (16-11).

España desequilibró la contienda en la reanudación, cuando la defensa se hizo más intensa. El combinado nacional secó a Portugal en ataque y encarriló el triunfo, dejando el partido visto para sentencia y con una ventaja que quizá fue excesiva, no por el gran trabajo de la roja, sino porque los lusos no merecían tanto castigo por su esfuerzo.

En 16 minutos (los que van del 37' al 53') España logró un parcial de 10-2, pasando el electrónico de un discreto 20-13 a un aplastante 30-16. Cabe subrayar, sin desmerecer la labor de la selección, que en ese periodo Juanín García anotó cuatro tantos desde los siete metros, lo que contribuyó, en gran medida, a convertirle en el máximo goleador del partido, si bien Cañellas se llevó el premio al mejore de la roja y Carneiro, el de Portugal.

La recta final fue un suplicio para los lusos y un paseo militar para España, que con una ventaja cómoda se dedicó a dar espectáculo a los aficionados, que ayer sí que acudieron en mayor número que en los últimos dos partidos. Hombrados se sumó al espectáculo en los últimos instantes con grandes paradas. Hoy se decide el torneo en el choque ante Alemania.

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