España ofreció ayer una gran solvencia en el primer encuentro del Torneo Internacional que se celebra en Algeciras. La roja fustigó a una Argentina que se mostró como una selección endeble ante el gran trabajo defensivo de los españoles, que sacó a su rival del partido muy pronto. La vuelta de Iker Romero ayudó a devolver la sonrisa a la selección, que se exhibió ante un público que, esta vez, sí animó con más intensidad, pero que acudió prácticamente en el mismo número que el día de Reyes.

Dentro de la gran labor defensiva de España resaltaron los porteros. Barrufet, en la primera parte, y Sierra, en la segunda, ayudaron a dilapidar las pocas opciones de Argentina de plantar cara a su rival. La roja estaba dispuesta a mostrar una cara mejor que la que ofreció ante Noruega y salió a por todas. A los 6 minutos de juego un parcial de 5-0 para España dejaba claro que los de Valero Rivera estaban dispuestos a sentenciar por la vía rápida.

Conforme pasaban los minutos del primer tiempo aumentaban las buenas noticias para España. Barrufet se exhibía, la defensa brillaba, con un Andreu que se sacudió los nervios del debut del pasado martes, y sobre todo, la vuelta de Romero, que deja atrás sus molestias y llevó el timón del equipo. Por la albiceleste (ayer de azul) sólo Eric Gull era capaz de alcanzar el nivel de los españoles y se convirtió en la única amenaza, anotando cinco de los ocho goles que hizo su equipo en el primer tiempo.

España mantuvo un buen ritmo anotador durante la primera parte y aprvechó su buena labor defensiva para lanzar latigazos a la contra y aprovechar mucho más la velocidad de sus extremos de lo que lo hicieron ante Noruega. En los últimos minutos los españoles decidieron dejar el choque visto para sentencia y del 12-5 del minuto 22 terminaron en el 19-8 con el que se llegó al descanso con los tres primeros goles de Carlos Ruesga, que ayer fue el goleador español con siete tantos.

En la segunda parte el cansancio de ambos equipos propició que la calidad de los españoles terminase de imponerse y resultase un encuentro mucho más cómodo de lo que cabía esperar. La defensa de la roja se mantuvo a un gran nivel y Sierra tomó el relevo de Barrufet para continuar parándolo casi todo.

España había salido enchufada y puso la directa, convirtiendo el partido en una fiesta de la que participaron todos los de Valero Rivera. En los primeros nueve minutos la roja logró un parcial de 7-1.

Los españoles no levantaron el pie del acelerador y fustigaron duramente a Argentina con un ritmo vertiginoso que los sudamericanos no supieron frenar. De hecho, todos los jugadores de campo de España marcaron. La selección española se gustó en la recta final.

El seleccionador español, Valero Rivera, confirmó al término del encuentro que de cara al Mundial de Croacia contará con los mismos 16 jugadores convocados para el encuentro de ayer tras la lesión de Malmagro. España acudirá a la cita mundialista con tres porteros.