"¿AB qué?" Esta es una de las preguntas más habituales que se hacen los padres novatos cuando llegan a un colegio en el que se imparte el ABN, un nuevo método para enseñar a los niños a realizar operaciones matemáticas. En el Campo de Gibraltar son ya 22 los colegios de Infantil y Primaria que han hecho suyo el ABN para iniciar a los escolares en las sumas, restas, multiplicaciones y divisiones.

Los primeros centros que impulsaron el ABN fueron Isabel la Católica y Santiago, en La Línea. "El método empezó a conocerse por la zona de la Bahía de Cádiz en 2005 y dos años más tarde empezó a sonar en el Campo de Gibraltar, donde algunos profesores se fueron contagiando de las lecciones del autor del ABN, el inspector Jaime Martínez Montero", comenta Enrique Rodríguez, asesor de Infantil y Primaria del Centro de Profesorado Algeciras-La Línea, y director del Isabel la Católica cuando el centro inició el aprendizaje con ABN.

El modo en que se va incorporando en cada uno de los colegios de la comarca es distinto en tiempo y forma dependiendo de la decisión que toman los claustros. Mientras algunos optan por ir desarrollando proyectos piloto para ver cómo evoluciona el alumnado, y luego implantarlo en todo el centro, otros dejan vía libre a los docentes que, por iniciativa propia, desean trasladar al aula los algoritmos ABN.

El profesorado que ya ha adquirido y asimilado este método como nuevo camino hacia las Matemáticas enumera sus múltiples ventajas: "Hemos comprobado que con el ABN los niños disfrutan de las Matemáticas. Aunque la solución es la misma, cada alumno establece su propio itinerario, acomodando y manejando los números a su manera. Lo realmente novedoso es que el niño sabe en cada momento qué está haciendo, verbaliza el problema y lo resuelve pero sin necesidad de identificar de qué operación se trata", explica el especialista. El asesor recuerda que antes de que llegara el ABN los niños de Infantil aprendían los números del 0 al 9, y que ahora superan en mucho esos conocimientos. "Los resultados en Educación Infantil y en el primer ciclo de Primaria son muy evidentes. El niño asume una herramienta, una actitud hacia las Matemáticas que antes no existía", añade Enrique Rodríguez.

Existen ya numerosos datos y estudios que avalan la validez del método inventado por el inspector gaditano. Los expertos creen que el ABN facilita el cálculo y permite al escolar un mejor posicionamiento ante el problema.

Verónica Cañete, jefa de estudios del colegio Santiago, centro pionero en la comarca en la aplicación de los algoritmos ABN, se confiesa una enamorada de esta nueva forma de enfrentarse a las operaciones matemáticas.

"Antes enseñabas a sumar y y el niño que cogía bien la suma, pues muy bien, pero el que no... Ahora te puedes encontrar en una misma clase 25 formas diferentes de hacer una misma operación. Cada niño elige la estrategia para resolverla, como él cree que debe hacerlo, pero no de la manera que yo le he dicho. Esto les facilita mucho el razonamiento y la resolución de problemas", explica la jefa de estudios.

La primera promoción ABN del centro linense salió hace ya seis años. "Los alumnos se integraron en los institutos sin ningún problema", cuenta la maestra, para quien las ventajas del método tienen que ver con la autonomía que proporciona a los escolares.

La implantación del ABN en los colegios de la comarca ha requerido de un esfuerzo formativo especial. El Centro de Profesorado Algeciras-La Línea y cada uno de los colegios que imparten el método han realizado numerosos cursos para preparar a los docentes y a los padres, que también son una parte fundamental.

Estos suelen acudir a las numerosas web que explican y exponen experiencias en el aula, ayudándoles a conocer un poco más los entresijos de los algoritmos. Hasta el curso pasado no existía material editado, y para conocer mejor esta novedosa forma de aprender a realizar sumas y restas docentes y padres acudían a las fichas y documentación elaboradas por el autor.

El creciente número de publicaciones referidas al ABN está facilitando la enseñanza en el aula, con material específico para el alumnado, y el aprendizaje por parte de los padres, educados en la suma con llevadas.

Muchos de ellos han tenido que volver a clase, junto a sus hijos, para ponerse al día, conscientes de que si no manejan el método no serán capaces de ayudarles en las tareas que cada jornada llevan a casa.