Algeciras

Pelayo, balcón del Estrecho

  • El cerro del Tambor sirve a los voluntarios de Circe para avistar a 20 rorcuales y 2 cachalotes este verano. 100 voluntarios Jóvenes llegados de todo el mundo han participado durante junio y julio en la campaña de grandes cetáceos

El tiempo que han empleado los jóvenes voluntarios de Conservación, Información e Investigación de Cetáceos (Circe) vigilando desde tierra a los mamíferos marinos que cruzan el Estrecho en verano ha obtenido sus resultados. Según explica el colectivo en su web, durante los meses de junio y julio vieron un total de 20 rorcuales y dos cachalotes, una cifra muy similar a la del año anterior, cuando vieron 24 animales.

El avistamiento de cetáceos en el Estrecho de Gibraltar es un fenómeno que llama mucho la atención de los extranjeros. De hecho, fueron un centenar las personas que participaron en esta edición en 2010, gracias al patrocinio de Caja Mediterráneo y Fundación Biodiversidad.

Así, la barriada algecireña de Pelayo, con dos estaciones de avistamiento desde tierra, en el Cerro del Tambor y otra en Punta Carnero, se ha vuelto a convertir en el balcón del Estrecho desde el que vigilar a los más de 100.000 buques que cruzan de Mediterráneo a Atlántico, y viceversa, más los grandes cetáceos que también usan este pasillo del mundo.

Los delfines suelen llamar mucho la atención de los turistas y el avistamiento de cetáceos, siempre que los vientos y el mar lo permitan, suelen ser una actividad didáctica y lucrativa para las empresas que existen en la zona.

Según explicó la revista de comunicación interna de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras Ojo del Muelle, son cinco las empresas que se dedican a ello en el Campo de Gibraltar.

Además de la simple actividad turística, las salidas sirven para realizar investigaciones y estadísticas sobre las costumbres de las especies. Las empresas Firmm, Turmares y Whale Watch aprovechan para tomar datos y colaborar con universidades, institutos, fundaciones, colectivos y ong para realizar estudios.

Entre todos ellos está Circe, una entidad que nació en 1999 con el fin de estudiar, investigar y conservar diferentes especies de cetáceos en el Estrecho de Gibraltar. Su trabajo, diez años después de su creación, comienza a dar frutos con la publicación de censos de especies residentes. Para ello, se nutren del trabajo de los voluntarios y de investigadores llegados desde todos los puntos del país y hasta del mundo.

Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com

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