101 funcionarios de la prisión de Botafuegos ya estarán preparando la mudanza ya que a lo largo del próximo mes cesarán su actividad en Algeciras para comenzar en otro destino. Otro buen número se trasladará a otras unidades, aunque de manera interna.

Los traslados se harán efectivos una vez que se publiquen los ceses de manera oficial. A partir de ahí tendrán un mes para incorporarse a su nuevo destino. Se estima que durante el mes de septiembre los cambios van a ser continuos. Las bajas se van a compensar con los prácticos del año anterior y con algunos funcionarios que serán retenidos unos veinte días por la secretaría general de Instituciones Penitenciarias hasta que la plantilla se estabilice. 205 fueron los funcionarios de Botafuegos que solicitaron en el último concurso general otra plaza y 101 han sido los selccionados. De nuevo Botafuegos se enfrenta a una nueva reestructuración forzosa de su plantilla después del verano. Y eso que a finales de febrero el catálogo de funcionarios (492) -sin contar con el personal laboral- estaba prácticamente cubierto con la llegada de treinta funcionarios en prácticas que tomaron posesión de sus cargos en Algeciras.

Para cubrir las vacantes se recurren a los prácticos o incluso a los propios interinos. Es lo que se ha hecho otros años. Por ejemplo en 2008, cuando 110 funcionarios se marcharon, las plazas fueron ofertadas a los prácticos de 2006 que estaban pendientes de tomar posesión com funcionarios de carreras y se tuvieron en cuenta también a los prácticos del año anterior.

Por otra parte, la prisión ha percibido un repunte de ingresos en las últimas semanas, principalmente por el regreso de los vehículos y los pasajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE). Desde primeros de agosto hasta ahora se han producido unas 60 nuevas entradas. La mayoría de los nuevos internos ingresan acusados por un delito contra la salud pública y suelen ser extranjeros -el centro algecireño es el segundo con más extranjeros de Andalucía-. A día de ayer la prisión albergaba a 1.752 personas.

De esta manera se entiende que la dirección espere como agua de mayo la apertura del centro de inserción social Manuel Montesinos y Molina, que tiene previsto comenzar a funcionar a primeros de octubre. Botafuegos trasladará al edificio vecino a unos 130 internos que ya están en situación de tercer grado. Está diseñado para acoger a personas que deben cumplir penas privativas de libertad en régimen abierto o penas de arresto de fin de semana.

El Manuel Montesinos podrá acoger a 300 personas en un total de 158 habitaciones dobles con un baño cada una, construidas sobre 8.300 metros cuadrados construidos. Ha contado con un presupuesto de más de catorce millones de euros y será dirigido por Cristina Mayordomo, que procede del centro de inserción social de Valencia, donde fue subdirectora de Tratamiento.