Algeciras

Obras de mejora en el muelle comercial o viejo (1910-1915)

  • Historia. Un nuevo proyecto de ensanche del muelle e instalación de los tinglados provisionales fue redactado por José Rodríguez de Rivera

Hasta la construcción del muelle de la Galera (1913-1932), el llamado muelle Viejo o Comercial, situado en la orilla izquierda del río, era la única infraestructura portuaria de titularidad pública existente en Algeciras, primero dependiente del Ayuntamiento y, desde 1906, de la recién creada Junta de Obras del Puerto. Había sido construido hacia 1870 y, desde esa fecha hasta que la Junta se hizo cargo del citado muelle, del material flotante y de la ejecución de las obras menores, etc., había sido objeto de muy escasas reparaciones, ejerciendo, no sin grandes dificultades, la función de zona de embarque y desembarque de pasajeros y mercancías generales, principalmente corcho, carbón y mercadurías varias destinada a abasto de la ciudad (los pasajeros y mercancías con destino a Gibraltar u origen en la colonia inglesa eran embarcados y desembarcados en el muelle de Madera perteneciente a la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, ubicado en la margen derecha o meridional del río).

En el mes de marzo de 1911, a petición de los representantes de la Cámara de Comercio que formaban parte de la Junta, recientemente incorporados, se propuso iniciar los trámites para dotar al muelle Comercial de unos tinglados que sirvieran de almacén y resguardo a las mercancías que esperaban ser embarcadas o quedaban en depósito una vez desembarcadas. El Ingeniero Director, aunque expuso las dificultades de espacio que presentaba el reducido muelle y los escasos recursos disponibles, aseguró que se podrían establecer los citados tinglados, pero de proporciones reducidas, de unas dimensiones aproximadas de 7 x 25 metros. La Junta acordó encomendar el estudio para la instalación de los tinglados al Ingeniero Director y dar cuenta a la Cámara de Comercio del acuerdo tomado.

En sesión celebrada el día 18 de julio de 1911, el señor Rodríguez de Rivera presentó a la Junta el proyecto de dos tinglados provisionales para su instalación en el muelle Comercial. En la explicación de la memoria el Ingeniero exponía que, dadas las actuales dimensiones del muelle, los tinglados representarían un serio obstáculo para el tráfico, pero que se remediaría con la ampliación de la superficie del muelle que también se proponía en el proyecto.

A pesar de las dificultades técnicas y económicas, la Junta acordó solicitar autorización para adquirir por gestión directa e instalar inmediatamente uno de los tinglados. Por Real Orden de 8 de marzo de 1912 se aprobó por la Superioridad el proyecto de tinglados en el muelle Comercial. Pero la instalación no fue tan inmediata como deseaban los representantes de la Cámara de Comercio, pues hubo que esperar a la celebración del concurso para la adjudicación del suministro de las estructuras metálicas, que se efectuó el 27 de agosto de aquel año (la Gaceta de Madrid había publicado las bases del concurso el 27 de julio). Una vez acabado el plazo, la Junta procedió a la apertura de las plicas.

De las tres propuestas presentadas, una por una empresa con sede en Cádiz, otra en Bilbao y una tercera instalada en Linares (Jaén), se dio como ganadora del concurso la oferta presentada por la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, "Talleres La Constancia" de Linares por la cantidad de 13.120 pesetas y con un plazo de entrega de cuatro meses y medio. Las cubiertas serían de chapa ondulada y la estructura contaría con canalones de cinc que conducirían el agua de las cubiertas hasta las esquinas de cada tinglado.

A mediados del mes de abril de 1913 la empresa encargada de la construcción de los tinglados comunicó que ya se encontraban ambos terminados y listos para su entrega. La Junta acordó abonar el 50% del costo de las estructuras y proceder a trasladarlas a Algeciras. Una vez los materiales metálicos en el puerto, la Junta acordó, el 15 de septiembre de 1913, que se procediera a realizar la cimentación para la instalación de los dos tinglados. En un principio se proponía por el Ingeniero Director que uno de los tinglados se cerrara, quedando una parte del mismo a disposición de la Aduana y la otra de la Junta que la destinaría a almacén del puerto. El otro tinglado se dejaría abierto para ser usado como depósito de mercancías durante las operaciones de carga y descarga en el muelle.

Como la puesta en servicio de los tinglados se retrasaba, la Cámara de Comercio solicitó en varias ocasiones a la Junta que se procediera a utilizar al menos uno de los dos tinglados que ya estaban acabados a finales de 1913. No cabe duda de que el retraso en la puesta en servicio de los tinglados estaba motivada por las obras que, paralelamente, se estaban realizando con vistas al ensanche del muelle Comercial y el arranque del muelle de la Galera, para cuya ejecución la utilización de los tinglados, aunque muy necesarios para la rama del comercio local, representaba un verdadero obstáculo, puesto que los trabajos, realizados con escasos medios técnicos y abundante mano de obra, se efectuaban en el reducido espacio del muelle no ocupado por ellos.

Desde su nombramiento, la Dirección Facultativa había constatado la necesidad de ejecutar obras de ensanche en el muelle Comercial en dirección norte. En un proyecto de julio de 1912 también se preveía la prolongación de este muelle en su frente a ejecutar en el plazo de dos años con los recursos de la Junta, obra que serviría de base y sería aprovechada cuando se iniciaran los trabajos de construcción del muelle de la Galera, cuyo proyecto se encontraba próximo a subastarse. Sin embargo, como el presupuesto excedía a las posibilidades económicas de la Junta, su tramitación quedó en suspenso. Un nuevo "Proyecto de ensanche del muelle Comercial e instalación definitiva de los tinglados provisionales" fue redactado y presentado a la Junta por José Rodríguez de Rivera, el 30 de septiembre de 1912. En la sesión de la Junta del día 13 de enero de 1913, una vez solventados algunos problemas técnicos y económicos, la Comisión autorizó al Ingeniero Director para que procediera al citado ensanche con cargo al Presupuesto de Conservación en el que existía consignación suficiente. Dos meses más tarde se daba cuenta de haberse emprendido la construcción de los primeros bloques para la obra del ensanche y comenzado la colocación de algunos de ellos a la espera de que se aprobara el inicio de las obras del muelle de la Galera.

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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