Algeciras

Un patrimonio pendiente de uso

  • El Ayuntamiento estudia qué utilización dar a la Casa de los Guardeses, el edificio en el que estaba el museo Sobre la mesa, un proyecto para convertirlo en centro de fotografía

El museo de Algeciras abrió sus puertas el mes pasado en su estrenada ubicación de la calle Teniente Miranda, en la que fuera sede de la extinta Fundación de Cultura, el antiguo hospital de la Caridad. El traslado ha hecho que la ciudad cuente ahora con un inmueble que constituye un patrimonio de la localidad libre para albergar un nuevo uso. Es el edificio en el que ha estado el museo desde 1995 hasta ahora, la Casa de los Guardeses de Villa Smith, en la calle Ortega y Gasset.

La Casa de los Guardeses, de finales del siglo XIX, fue la vivienda destinada al servicio de la Villa Smith, el palacete que construyó Guillermo Smith, consignatario de barcos de Gibraltar y vicecónsul de Inglaterra. Es una de esas construcciones del entorno con el estilo de la arquitectura colonialista inglesa de la época, tan importante en Algeciras por haber sido lugar de residencia de aquellos ingleses residentes en Gibraltar que querían huir de la asfixiante atmósfera de la colonia.

La Casa de los Guardeses fue restaurada por el Ayuntamiento hace más de 20 años para el uso museístico. Cumplida esta función, ahora espera una nueva. El Consistorio se encuentra en estos momentos estudiando y valorando las distintas opciones de utilización. Pilar Pintor, concejala de Cultura algecireña, destaca que se trata de un edificio con mucho potencial y posibilidades.

Sobre la mesa hay un proyecto que la Unión Fotográfica y Cinematográfica Algecireña (UFCA) presentó al alcalde, José Ignacio Landaluce, el pasado febrero que el gobierno local considera muy interesante. Se trataría de convertir la Casa de los Guardeses en un centro de fotografía, en el que la señera entidad mostrara sus exposiciones e impartiera la intensa actividad que desarrolla.

El inmueble aguarda la vida que se le otorgue. Algunos han decidido llevarse algunas letras del cartel que anunciaba que allí estaba el museo. También llama la atención que una ventana está tapiada. En este caso se retiraron sus hojas y el balaustre para poder sacar piezas museísticas por cuyo tamaño no había otra forma de trasladar. Volverá a su estado original cuando la Casa de los Guardeses tenga nuevos inquilinos.

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