Yuli Perpén: "Cuando vivía en Londres bromeaba conque tenía un aeropuerto privado en Gibraltar"
Cultura
La linense lleva 15 años regentando una coqueta tienda de tés y especias en el barrio de Malasaña llamada Spicy Yuli
Consigue tus entradas para el concierto de Diego Valdivia en San Roque

Su tierra la ha recibido llena de cariño y simpatía, lo mismo que ella transmite. La linense Yuli Perpén ha vuelto al Campo de Gibraltar para presentar su libro "El sabor de las especias" En La Línea el espacio cultural TPOP estaba a rebosar, lleno de amistades y familiares, también personas curiosas que querían saber un poco más de ese mundo infinito de las especias del mundo.
El viernes 15 de noviembre también presentará su libro en la librería Bahía de Letras de Palmones, despidiéndose así de la comarca para volver a su tierra de acogida, la ciudad de Madrid. Después de vivir varios años en Londres, Yuli, como la conocen por aquí y por allá, decidió buscar una ciudad grande en la que desarrollarse. En la capital decidió montar una tienda de tés y especias, ya que la cocina es una de las grandes pasiones de esta filóloga de lengua francesa.
Hemos tenido suerte de poder preguntarle a Yuli por su nueva aventura literaria, un libro de casi 300 páginas llenas de consejos y curiosidades sobre las especias del mundo. A través de condimentos hace un repaso por la historia y la geografía del planeta, por lo que este libro va mucho más allá de la cocina, sino que se cuela por todas las disciplinas y también abarca todos los sentidos,
¿Cómo te surgió la idea de abrir la tienda?
Pues, en realidad, nació de una queja personal. Cuando me mudé a Madrid, me costó encontrar trabajo, además noté que los mercados tradicionales estaban desapareciendo y me costaba encontrar productos que me apasionaban. Así que decidí tomar acción y abrir mi propia tienda de té.
El té ya era algo que conocía bien, y me di cuenta de que combinaba de maravilla con otros productos como chocolates, sales, tazas y galletas. Fue un proyecto que creció naturalmente a partir de esa idea.
En mi tienda, la magia está en la experiencia. Un cliente me llamó "la pocimera de Valverde" en un artículo, y me encantó porque describe muy bien esa alquimia especial que ocurre en el día a día. El barrio ha cambiado mucho, pero mi tienda se ha convertido en un punto de referencia, una tienda de barrio de verdad. La relación con los vecinos, especialmente con las personas mayores, ha sido muy gratificante; me cuidan tanto como yo a ellos.
Además, aunque no abrí pensando en turistas, también tengo mucho que agradecerles. Muchos entran buscando productos imprescindibles en nuestra gastronomía, como pimentón o azafrán, y terminan llevándose algo más, como un chocolate o un té para su estancia en Madrid. Son especialmente importantes en verano, cuando el barrio se queda más vacío. Eso sí, creo que la clave no es criticar el turismo, sino gestionar mejor su impacto. Pero bueno, ese es un debate para otro día.
¿Cómo es la tienda de Yuli?
¡Claro! Mi tienda se iba a llamar Eat Me, Drink Me, que es un guiño a Alicia en el País de las Maravillas. De hecho, el suelo es ajedrezado, blanco y negro, en homenaje a esa historia mágica. Toda la tienda tiene una influencia británica, que es algo que siempre me ha fascinado desde niña. Me encantan las tienditas británicas con encanto, y quise recrear ese ambiente aquí. Finalmente me decidí por un nombre que contuviera mi nombre, y escogí Spicy Yuli. Es corto, fácil de recordar, y tiene un toque original.
En cuanto a la tienda en sí, empezamos con 80 especias y ahora tenemos más de 400 referencias en especias, sales y mezclas. También contamos con 120 tipos de té, incluyendo variedades estacionales para Halloween, Navidad o verano. Además, tenemos una selección de productos asociados, como mermeladas, galletas, chocolates, tartas, teteras, y cucharitas. Son esas "cosas cuquis" que encantan, especialmente en Navidad.
Mi objetivo siempre ha sido crear un espacio único donde cada detalle tenga su magia. Es una tienda para los amantes del té, las especias y los pequeños tesoros que alegran el día a día.
¿Cuál es tu relación a día de hoy con la comarca?
Vivo Madrid, aunque vengo con frecuencia porque tengo a mi familia aquí. Mi madre, mi hermanomy mis tías están aquí, aunque algunas viven en Girona. También tengo mucha familia en Gibraltar, como dos de mis primas que vienen ahora a hacer el camino andando. Es un lugar al que estoy muy vinculada, tanto por mi vida cotidiana como por mis raíces familiares.
La verdad es que me encanta venir, especialmente en verano. Es una zona privilegiada y tenemos mucha suerte de contar con lo que tenemos, aunque reconozco que no siempre lo cuidamos como deberíamos. Es una tierra complicada, como decía mi padre. Él siempre repetía: "Los sitios con fronteras son lugares difíciles". Y es verdad, hay desafíos, pero también una riqueza enorme por el intercambio cultural que se ha generado.
Soy una gran enamorada de Gibraltar desde niña. He conocido Gibraltar en diferentes épocas, incluso cuando las fronteras estaban cerradas. Era increíble: para entrar, tenías que ir en barco y dar toda la vuelta por Tánger, porque no se podía cruzar directamente desde España. Algo impensable hoy en día. Ahora ves lo cerca que están La Línea y Gibraltar, y es difícil creer que, en su momento, la única forma de entrar era desde otro país.
Cuando la frontera se abrió, fue un cambio histórico para los que vivimos aquí. Algo que solo la gente de la comarca entiende realmente, porque lo vivimos y sabemos lo importante que fue para nuestras vidas.
¿Es tu primer libro?
Sí, este es mi primer libro. La verdad es que ha sido una experiencia maravillosa. Siempre quise escribir un libro sobre especias, pero como dicen, las cosas llegan cuando tienen que llegar. Durante años tuve la idea en mente, incluso con una amiga hablábamos de escribir algo juntas, pero nunca se concretaba.
Todo cambió en la presentación del libro Wake Up! de Sara Cucala, quien además escribió el prólogo de mi libro. En esa ocasión, mientras preparaba un chai masala, conocí a David Figueras, el editor, y conectamos enseguida. Después de varias conversaciones y reuniones, decidimos dar el paso y trabajar juntos en este proyecto. También debo mencionar a María Manzano, la editora que me acompañó durante todo el proceso. Su apoyo fue clave.
Una de las ideas principales detrás del libro era crear algo auténtico desde el punto de vista español. La mayoría de los libros sobre especias disponibles en español son traducciones de autores anglosajones. Aunque esos libros son fascinantes y muy didácticos, no reflejan nuestra historia ni el papel fundamental que España tuvo en la historia de las especias.
Por ejemplo, a menudo olvidamos que, mucho antes de que España buscara oro y plata en América, las especias eran el verdadero tesoro. La pimienta, el clavo y la nuez moscada eran tan valiosos que podías comprar un barco con un puñado de ellas. Y aunque Colón no encontró las especias que buscaba en América, sí trajo productos increíbles como la vainilla, el cacao y los chiles. Investigar todo esto fue fascinante.
¿Cómo fue el proceso de escritura?
Ha sido un proceso bonito y también duro. Me pasé un año escribiendo y leyendo muchísimo. Compaginaba la escritura con mi trabajo en la tienda, lo cual no fue fácil, pero tuve el apoyo de Ángel, que se encargaba de la tienda, y de mi pareja, que estuvo siempre ahí.
Además yo escribo a mano, no en ordenador. Tengo todo el borrador original manuscrito, y algunas páginas incluso aparecen en el libro. Es un proceso que viene de mis años de estudiante, cuando escribía todo a mano en mis libretas. Mi pareja me decía: “Por favor, pásalo al ordenador, que así no lo terminarás nunca”. Pero así soy yo, es mi manera de trabajar. A veces avanzaba rápidamente, otras veces me atascaba. Pero poco a poco, las páginas se fueron llenando, y con cada una sentía que el proyecto cobraba vida. Incluso tenía un "compañero" especial: una capibara de peluche que me regalaron, a la que llamé Nelken (clavo en alemán), que me acompañó en todo el proceso.
¿Cómo recibe Madrid a una linense?
Bueno, es que hay mucha gente de La Línea en Madrid. De hecho, hay un vínculo fuerte entre ambas ciudades, y no solo con Madrid, también con Londres. Creo que los linenses somos muy viajeros; nos encanta movernos, tal vez porque siempre hemos tenido a Gibraltar al lado. Tener Gibraltar tan cerca nos ha dado una perspectiva diferente y nos ha facilitado conexiones con el exterior.
Por ejemplo, cuando vivía en Londres, solía bromear diciendo que tenía un "aeropuerto privado" porque, desde Gibraltar, llegabas a casa en 10 minutos. Eso es algo que la gente no entendía: aterrizabas y prácticamente ya estabas en tu puerta. Esa facilidad nos ha mantenido muy conectados, especialmente con Londres.
En cuanto a Madrid, siempre me ha gustado. Las grandes ciudades tienen su encanto, aunque también sus retos. Tuve la suerte de que mi trabajo me permitía ir andando, lo que es un lujo. En Madrid, si trabajas en algo que te gusta, tienes amigos cerca y puedes improvisar, la experiencia se vuelve muy positiva. Y los linenses somos grandes improvisadores: nos apuntamos a cualquier plan con facilidad.
¿Has colaborado con algún medio?
He tenido la suerte de aparecer en varios medios. Hace tiempo salí en la revista AR con un reportaje muy bonito; incluso vino una fotógrafa muy simpática para hacerlo. También la tienda ha salido en 360º, coincidiendo con el estreno de Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. En esa ocasión, hice un escaparate temático junto con un amigo, que quedó precioso.
¿Cómo va la tienda y tus eventos gastronómicos?
La tienda está en plena campaña de Navidad, que es una locura. Además, organizo Christmas Afternoon Teas, que son meriendas especiales en tres pasos con recetas originales. Aunque mi tienda es pequeñita y solo puedo recibir a ocho personas por evento, están teniendo muy buena acogida. Me encanta experimentar, incluso adaptando recetas para personas con restricciones alimentarias. Ha sido un desafío interesante explorar la cocina vegana, donde las especias son esenciales.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Sin duda, la gente. Crecí detrás de un mostrador porque mis padres también tuvieron tiendas, primero en Torrejón de Ardoz, cerca de la base americana, y después aquí en La Línea. Vendían de todo: desde figuras de Lladró hasta espadas y armaduras.
Además, siempre me ha fascinado la cocina. En mi casa se cocinaba con especias, se tomaba mucho té, y había una apertura muy curiosa hacia diferentes culturas culinarias. Eso, sumado a mi pasión por aprender y enseñar, hace que mostrar el mundo de las especias sea algo que disfruto enormemente.
También te puede interesar
Lo último
El parqué
De menos a más

Tribuna Económica
Carmen Pérez
O tro 0,25% menos

Verbos transitivos
José Juan Yborra
Los sitios del rey

Quizás
Mikel Lejarza
Problemas para Tom Cruise y James Bond