Una confluencia de culturas prehistóricas

EL GASTOR

El Gastor es una localidad situada a una altitud de 520 metros y a 131 kilómetros de la provincia.

Este paraje es conocido por todas las variadas huellas prehistóricas que se conservan en la actualidad.

El Gastor fue un lugar idóneo durante el Neolítico y la Edad del Cobre gracias a la gran riqueza mineral de su subsuelo. Constancia de esta arquitectura neolítica son los dólmenes conservados, especialmente el del Charcón, conocido popularmente como la Tumba del Gigante. Hoy, es uno de los dólmenes más visitados, ya que es una prueba excelente de la existencia de un gran poblado en la era neolítica.

El dolmen es un gran tumba megalítica de corredor con cámara ensanchada. Además, es el dolmen de mayor tamaño de la provincia de Cádiz, contando con grandes ortostatos verticales y cubiertas menolíticas, estando todo en bastante buen estado de conservación a pesar de haber sufrido numerosas excavaciones incontroladas. No hay que olvidar que el dolmen cuenta, aproximadamente, con 6000 años de antigüedad.

Este sepulcro megalítico de galería tiene unos 8,5 metros de longitud y 1,55 metros de anchura. Tiene un estrecho pasillo no muy alto, pero sus dimensiones van aumentando a medida que uno se adentra en la cámara.

Como dato curioso, hay que mencionar que cuando se encontró este monumento, se excavó por sus alrededores , recuperando bastantes utensilios de la época, como más de una veintena de puntas de flecha y material cerámico como ollas y platos, pertenecientes al ajuar funerario.

Sin embargo, El Gastor presenta rasgos de más civilizaciones prehistóricas. Ejemplo de esto es el paso de la cultura tartésica, seguido por la cultura fenicia, la cultura griega y por los cartagineses. También hay que recordar la fugaz instancia de los musulmanes y la importancia que cobra para El Gastor el siglo XVI, puesto que fue cuando algunos vecinos de Zahara fundaron la población en la parte baja del peñón de Langarín.

Otro aspecto que cabe destacar del pueblo es el estupendo estado en el que se conserva la iglesia parroquial de San José, construida entre los años 1734 y 1737. Se encuentra en el pleno centro de la localidad y presenta un mermado conjunto arquitectónico que se debe, en buena medida, a la destrucción de las imágenes que sufrieron los pueblos de la Sierra durante el año 1936.