Una de las obligaciones al visitar Tarifa es probar el atún rojo, el alimento por excelencia del municipio del Campo de Gibraltar. Desde hace más de tres mil años, la zona es uno de los puntos más potentes para practicar la pesca de almadraba de la provincia de Cádiz, por lo que desde la revista ViajeroS, recomiendan este destino para disfrutar de dicho manjar del mar en todas sus formas.

La Ruta del Atún Rojo de la provincia la completan Conil, Zahara de los Atunes y Barbate, municipios que también cuentan con una larga tradición almadrabera. En Tarifa, antes de llegar al núcleo de población, hay que realizar dos paradas, una en Bolonia, cita con la historia de la mano del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, y otra en Valdevaqueros, meca del deporte de viento.

Baelo Claudia fue una ciudad romana de la que quedan algunos restos, entre ellos un espacio dedicado a salazones desde donde se enviaba el atún y la salsa garum. La conexión de Tarifa con las actividades relacionadas con este pescado azul no se quedan en las ruinas de Bolonia, el papel de Alonso Pérez de Guzmán, dueño y señor del castillo de Guzmán el Bueno, también tuvo gran importancia en las almadrabas tarifeñas.

Según la información recabada por ViajeroS, el noble se resistió a entregar la ciudad en 1294, a pesar de que amenazaban con quitarle la vida a su primogénito. Tras esta gesta, Don Sancho El Bravo le cedió la explotación de almadrabas del litoral como recompensa y el linaje de los Guzmanes y, posteriormente, de la Casa de Medina Sidonia quedaría vinculada para siempre a esta industria.

La revista recomienda visitar el restaurante La Pescadería, en la Alameda, o El Ancla, un antigua bar de marineros frente al puerto que sirve "generosas raciones". También nombra a la famosa pastelería La Tarifeña, un lugar al que no puedes faltar para disfrutar de algunos de los mejores pasteles artesanales de la comarca.