Vivir el sur

El Pinar del Rey, un paraíso natural en San Roque

El Pinar del Rey de San Roque, en imágenes

El Pinar del Rey de San Roque, en imágenes / Erasmo Fenoy

Uno de los lugares de encuentro de los campogibraltareños y en concreto, de los habitantes de San Roque, es el Pinar del Rey, un espacio natural suburbano de una extensión de 338 hectáreas en las que disfrutar del buen tiempo en familia o con amigos haciendo deporte o barbacoas, entre otras actividades.

El espacio fue cedido por el rey Fernando IV a la conocida entonces como Ciudad de Gibraltar en 1310. El monte, el Pinar del Rey, estaba relacionado con el Campo de Gibraltar desde hacía ya más de siete siglos, y, posteriormente, fue usado por la Marina Española para el suministro de madera para sus embarcaciones. Por surte para el lugar, esto dejó de ser así tras la derrota de la Batalla de Trafalgar.

En la actualidad, el Pinar del Rey es uno de los grandes pulmones de la comarca, un lugar en el que también se encuentra uno de los mejores senderos de la zona, el de La Alhaja, que puede realizarse a pie o en bicicleta, aunque puedes optar por otras rutas tales como la del Tajo del Pajarraco, el Cerro del Águila o la que toma el nombre del lugar, la del Pinar del Rey.

A esta zona puede accederse durante todas las épocas del año, pues cuenta con un área recreativa habilitada con mesas, bancos y barbacoas, estando estas prohibidas durante los meses más calurosos con la intención de evitar los incendios. El acceso con vehículos puede realizarse hasta un amplio aparcamiento delimitado con un vallado de madera.

El sendero del Pinar del Rey

El camino circular se extiende por 3 kilómetros, pudiendo completarse en 1 hora y media aproximadamente. Es de dificultad baja, por lo que puede realizarse en familia, conociendo así el entorno vegetal y la fauna del lugar.

A lo largo del trayecto encontrarás un pinar, un bosque mixto y otro en galería, además de un quejigal y otras especies como jaras, helechos o mirtos. Para ver a los distintos animales hay que fijarse un poco más. Allí puedes observar pájaros carpinteros, zorros o incluso topos.

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