Fados para la última noche de julio
La lisboeta Mariza, que creció en el barrio de Mouraria, cuna del fado, lleva esta noche al Patio de San Fernando del Alcázar su último disco, 'Terra', donde la artista confiesa "mostrar su progreso"
El fado tiene hoy una importante cita en la quinta función de 'Noches de Bohemia', ciclo organizado por la delegación de Cultura y patrocinado por Diario de Jerez, y que ha traído, entre otros artistas, a Michel Camilo, Sole Giménez o Antonio Orozco.
Mariza Reis Nunes, nacida en Mozambique pero criada en Lisboa, llenará la última noche de julio con los aires melancólicos del fado, la música portuguesa por excelencia. 'Terra' es su último disco publicado hasta ahora. En él podremos encontrar a la artista en estado puro y donde muestra, según sus palabras "mi verdad". "Siempre he sido honesta -explica- conmigo misma y con mis fans, y quería que este álbum les mostrase mi progreso como cantante y como ser humano".
En relación al título, Mariza afirma que se debe a que "siempre he tenido los pies en la tierra, y también porque la grabación fue como un viaje musical".
En 'Terra' trabaja el guitarrista Dominic Miller, colaborador de Sting desde sus primeros tiempos en solitario, los pianistas cubanos Chucho Valdés e Iván 'Melón' Lewis. Iván Lins, pianista brasileño también interviene en algunas de las canciones. Javier Limón es guitarrista pero también productor de este disco. Aporta un pellizco flamenco. Asimismo, el percusionista Piraña colabora en la parte más festiva de 'Terra'.
De padre portugués y madre mozambiqueña, Mariza se crío en el barrio lisboeta de Mouraria, considerada la cuna del fado. La artista creció escuchando esta música en diferentes locales de la capital portuguesa, aunque sus gustos musicales se fueron ampliando y dirigiendo hacia el gospel, el ritman blues y, por supuesto, la música de Brasil, país donde Mariza vivió unos cuantos años. Por aquel entonces su interés por el fado era nulo. Es más, ella detestaba esa música al asociarlo, como muchos otros jóvenes portugueses, a la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar. Sin embargo, se dio cuenta en su vida en Brasil de que el fado formaba parte de su cultura cuando mucha gente de su país le pedía que cantara fados.
Mariza saltó a la fama en 1999, cuando la más grande intérprete de fados de la historia, Amália Rodrigues falleció. Su intervención en los homenajes póstumos le sirvió para ser reconocida entre el público de Portugal.
De aquel tiempo a nuestros días, Mariza ha conquistado con la fuerza de su alma y de su garganta, el estatus de cantante universal junto a la propia Amália, Piaf, Ella o Garland, nombres, todos de mujer, que bastan para el reconocimiento inmediato.
'Ja me deixou', 'Rosa branca', 'Alma de vento' o 'Tasco da Mouraria' sonarán esta noche para deleite de los seguidores de Mariza y de la música portuguesa. Una música que nos llevará a las viejas calles de Lisboa, aquéllas a las que ya les cantó Misia, Joana Amendoeira o la mencionada Amália
La función comienza a las diez de la noche. 'Terra' y la voz personal de Mariza se fundirán entonces en un caluroso abrazo con el mes de agosto a la vuelta de la esquina. Cheik Lo y Diana Navarro son las próximas citas del ciclo.
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