Los relojes inteligentes no solo cuentan tus pasos, también te ayudan a comer mejor
Un estudio de la Universidad de Granada constata que los mensajes adaptados activan el cerebro y ayudan a fijar hábitos más saludables
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Los mensajes adaptados a cada usuario, habituales en aplicaciones móviles y relojes inteligentes, logran un mayor impacto en el cerebro ya que activan áreas cerebrales clave para recordar la información.
Con ello facilitan la adopción de hábitos alimentarios saludables, según una investigación desarrollada por docentes del Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Granada (UGR).
El trabajo, firmado por Luis Alberto Casado Aranda, Juan Sánchez Fernández, Lucía Porcu e Ismet Ozer, analizó cómo las personas procesan y recuerdan dos tipos de mensajes destinados a promover una alimentación más sana: los personalizados -que tienen en cuenta características concretas del receptor- y los genéricos, habituales en campañas convencionales.
Qué ocurre en el cerebro cuando el mensaje es para ti
El estudio evaluó la actividad cerebral de 29 participantes con hábitos alimentarios poco saludables mediante resonancia magnética funcional. En la primera fase, leyeron mensajes tanto personalizados como genéricos; en la segunda, se les pidió que recordaran e imaginaran libremente esos contenidos mientras sus cerebros eran escaneados.
Los resultados mostraron que los mensajes personalizados provocan una activación más intensa en redes cerebrales vinculadas a la codificación de la memoria, concretamente en el hipocampo anterior y posterior. Eso indica que la información adaptada se selecciona y comprende con mayor eficacia desde el primer momento.
Además, durante la fase de recuerdo, los participantes presentaron una activación más fuerte en áreas cerebrales implicadas en la recuperación de la memoria, como el precúneo, el giro angular, la corteza prefrontal ventromedial y el propio hipocampo.
Impacto real en los hábitos saludables
Estos hallazgos sugieren que las intervenciones personalizadas no solo maximizan la selección inicial y la comprensión de la información nutricional, sino que también mejoran su retención y su integración en los sistemas de aprendizaje del individuo. A largo plazo, este mecanismo podría facilitar cambios reales de comportamiento.
Los investigadores destacan que la incorporación de mensajes personalizados en aplicaciones móviles y relojes inteligentes -tecnologías que ya recopilan datos como la actividad física o el patrón de sueño- puede convertirse en una herramienta útil para combatir problemas de salud relacionados con la dieta.
Un problema global que va en aumento
Según la Organización Mundial de la Salud (2024), el 13% de la población mundial padece obesidad, y las cifras de sobrepeso alcanzan niveles especialmente altos en países desarrollados: un 42,7% en Estados Unidos, un 31,3% en Australia y un 19% en Alemania.
En España, el 45% de los hombres y el 31% de las mujeres presentaron sobrepeso el año pasado. La OMS estima que los problemas de salud derivados de la obesidad provocan alrededor de 4,72 millones de muertes anuales en todo el mundo, equivalentes al 8% del total, una cifra comparable a la mortalidad asociada a la contaminación del aire.
¿Hacia dónde avanza la personalización?
El estudio de la UGR aporta una base científica sólida para el uso de mensajes personalizados como estrategia de salud pública, pero también plantea retos: garantizar la privacidad de los datos recopilados por dispositivos inteligentes, evitar mensajes intrusivos y asegurar que las recomendaciones se basen en criterios médicos sólidos y no solo en intereses comerciales.
Los autores subrayan que la personalización debe utilizarse de forma responsable: “Se trata de ofrecer información relevante y útil que motive cambios positivos, no de presionar ni de manipular al usuario”, señalan. El siguiente paso, apuntan, será comprobar si esta activación cerebral se traduce en modificaciones reales y duraderas de los hábitos alimentarios en la vida cotidiana.
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