Tarifa puede perder hasta 18 metros de playa por el cambio climático antes de 2050, según Greenpeace

Informe 'Destrucción a toda costa 2025'

La organización denuncia que la gestión urbanística en la costa andaluza ignora los impactos del calentamiento global, mientras se planifican nuevas promociones turísticas en espacios naturales protegidos como Los Lances y Bolonia

Tarifa, un polo de atracción inmobiliaria y hotelera de primer nivel en Cádiz

Tarifa se encuentra dentro del grupo de municipios de Andalucía donde se prevé un retroceso muy alto de la línea de costa.
Tarifa se encuentra dentro del grupo de municipios de Andalucía donde se prevé un retroceso muy alto de la línea de costa. / Greenpeace

Tarifa, mucho sol y cada vez menos playa: hasta 18 metros de ancho de litoral pueden desaparecer antes de 2050 por la subida del nivel del mar. Así lo advierte el último informe de Greenpeace, Destrucción a toda costa 2025, que sitúa al municipio gaditano entre los puntos más vulnerables de toda Andalucía al impacto combinado del cambio climático y la urbanización descontrolada.

El documento alerta de que playas emblemáticas como Valdevaqueros y Los Lances —insignias naturales del Parque Natural del Estrecho— podrían perder entre 14 y 18 metros de ancho en los próximos 25 años. Además, Tarifa se encuentra dentro del grupo de municipios donde se prevé un retroceso muy alto de la línea de costa: entre 12,35 y 15,86 metros de media, un fenómeno que amenaza con hacer desaparecer parte del frente litoral tal como lo conocemos.

La urbanización no se detiene

Pese a este diagnóstico alarmante, Greenpeace denuncia que la presión urbanística no solo no se ha frenado, sino que se ha reactivado. En Tarifa, dos grandes proyectos turísticos planeados amenazan con agravar aún más la situación ecológica y aumentar la vulnerabilidad frente a fenómenos extremos.

Por un lado, la promotora LandCo plantea la construcción de 740 viviendas y 1.360 plazas turísticas en el entorno de la N-340, tras modificar el Plan Parcial de Los Lances. Esta operación afecta de lleno a espacios protegidos como el Paraje Natural de Los Lances y el propio Parque Natural del Estrecho, además de aumentar la presión sobre unos recursos hídricos ya deficitarios. La organización Agaden-Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones contra este desarrollo.

Por otro lado, en las inmediaciones de Bolonia y El Lentiscal, la empresa Altanea proyecta un complejo turístico bajo la fórmula del "glamping" —camping de lujo— sobre 180 hectáreas de terreno, a tan solo 300 metros del mar. Una intervención que también se ubica dentro del Parque Natural y que, bajo el envoltorio de la sostenibilidad, podría alterar uno de los últimos tramos vírgenes de la costa andaluza.

Principales proyectos urbanísticos en Tarifa.
Principales proyectos urbanísticos en Tarifa. / Elaboración propia

Cambio climático sin freno

Según los datos reunidos por Greenpeace a partir de visores cartográficos autonómicos y estatales, la subida del nivel del mar en la costa andaluza será de entre 20 y 27 centímetros de media para 2050. A ese ascenso se suma el incremento de las temperaturas, la mayor frecuencia de temporales y la erosión costera, lo que deja a Tarifa en una situación de alta exposición a inundaciones permanentes y pérdida de playas.

"El modelo de sol y playa se ha convertido en uno de mucho sol y poca playa", advierte Luis Berraquero, delegado de Greenpeace en Andalucía, quien reclama una "actuación urgente" para proteger el litoral andaluz. La organización recuerda que solo una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero podría evitar el 40% del retroceso de las playas en todo el mundo.

Dos mujeres caminan por el paseo marítimo de Tarifa.
Dos mujeres caminan por el paseo marítimo de Tarifa. / Erasmo Fenoy

Soluciones que pasan por renaturalizar

Entre las propuestas del informe destacan medidas que prioricen la restauración ecológica de playas, dunas y humedales —auténticas barreras naturales ante la subida del mar—, así como un nuevo enfoque urbanístico que renuncie a los "parches grises" como la regeneración artificial de playas o el mantenimiento de infraestructuras obsoletas.

También se pide revisar o paralizar proyectos urbanísticos en zonas de riesgo, utilizar los datos cartográficos para evitar nuevas construcciones en lugares vulnerables y frenar la turistificación masiva con una planificación que tenga en cuenta los límites ecológicos y las necesidades de la población local.

"Es imprescindible repensar el modelo de desarrollo del litoral", concluye el informe, que sitúa a Tarifa como uno de los ejemplos más claros de la contradicción entre la retórica ambiental y las decisiones urbanísticas, donde la belleza del paisaje convive con la amenaza de su desaparición.

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