El verano más atípico de los últimos años por culpa de la pandemia de coronavirus ha dejado su huella en la actividad hotelera en Tarifa con un balance marcado por algo más de visitantes españoles y un desplome de los turistas extranjeros. Era algo previsible dada la situación sanitaria, los recelos a los viajes internacionales y el efecto sobre el bolsillo de la crisis sobrevenida.

Este comportamiento, del que había percepciones entre los empresarios del sector, tiene ahora cifras concretas gracias a la estadística de ocupación hotelera que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En ella se refleja que entre los meses de julio, agosto y septiembre se registraron un total de 57.949 viajeros en los hoteles del término municipal que hicieron 155.350 pernoctas en total. Son un 18,8% menos de clientes y un 25,2% menos de noches de hotel consumidas sobre los datos de 2019 (71.373 usuarios y 207.713 pernoctas).

Tras esta caída global de la actividad hay matices. El principal, que durante este verano aumentó el cliente nacional que optó por Tarifa como destino. Pero no resultó suficiente como para compensar el desplome de los visitantes internacionales.

Si se separa entre estos dos grupos de usuarios, los viajeros nacionales crecieron casi un 6% (45.540 este año frente a 42.978 el pasado). A lo largo del verano, hubo más viajeros nacionales en julio (+19,7%) y en septiembre (+20,7%) en comparación con 2019 mientras que en agosto fueron un 2,4% menos. Julio fue el primer mes de la “nueva normalidad” y las fronteras internacionales estaban recién abiertas. El perfil más bajo de agosto respondería a un principio de prudencia ante la posibilidad de aglomeraciones y los precios generalmente más elevados por la demanda.

La otra pata para el sustento del sector, el cliente extranjero, cayó drásticamente un 63,3%. En 2019 se alojaron en Tarifa 28.386 huéspedes internacionales frente a apenas 10.409 del pasado verano. La bajada tuvo lugar en los tres meses en comparación con el año anterior, siendo la de septiembre la más acusada.

En cuanto a las pernoctas, el aumento del turismo español se dejó notar con un 9% más de noches de hotel consumidas en el conjunto de la temporada estival, de nuevo con incrementos en julio y septiembre (+17,4% y 20,5%, respectivamente) y un descenso del 1,3% en agosto. En total fueron 129.412 estancias (118.685 en 2019).

El menor número de turistas procedentes de terceros países también tuvo su reflejo en un 70,8% menos de pernoctas, con apenas 25.938 noches de hotel frente a las casi 90.000 del año anterior.