Patrimonio

La Alameda de Tarifa y sus denominaciones

  • A lo largo del tiempo, el popular paseo tarifeño ha cambiado de nombre más que ninguna otra calle. Principalmente, por connotaciones políticas

La Alameda de Tarifa en 1920, llamada entonces Paseo de Alfonso XIII.

La Alameda de Tarifa en 1920, llamada entonces Paseo de Alfonso XIII.

Superados ya los dos siglos de historia, la Alameda tarifeña ha experimentado más cambios de nombre que cualquier otra vía urbana de la localidad, generalmente con claras connotaciones políticas. Es lo que tiene ser un espacio público relevante.

El origen de este espléndido paseo está relacionado con la heroica defensa frente a las tropas napoleónicas que asediaron la plaza durante la Guerra de la Independencia. En enero de 1812, Francisco Copons, comandante de las fuerzas defensoras, ordenó la destrucción de las construcciones extramuros para evitar que sirvieran de refugio al enemigo. Asimismo, fue demolida la ermita del Sol, ubicada en la Carrera del Sol, es decir, todo ese flanco suroeste de las murallas. Tras despejar este terreno, se formó aquí un paseo con plantación de álamos: una alameda.

La resistencia casi numantina ante el formidable ejército francés fue justamente valorada por todos, comparándola incluso con la gloriosa gesta de Guzmán el Bueno. También motivó que las autoridades civiles y militares decidieran bautizar la inicial Alameda como el paseo de la Defensa, aunque no parece que realmente este nombre fuese muy usado entre los vecinos.

Cuando en 1863 fue proyectada su prolongación al norte, se acordó nombrarla paseo del Príncipe Alfonso, por el entonces príncipe de Asturias. Sin embargo, la nueva y flamante Alameda no estuvo terminada hasta unos meses antes de la Gloriosa Revolución de septiembre de 1868.

Aquella revolución septembrina tuvo gran repercusión en Tarifa, donde se vivían momentos de fuerte agitación social y política y una gravísima crisis económica. Sin haberse proclamado aún el régimen republicano, y siendo alcalde el farmacéutico y masón Pablo Gómez Moure, el Ayuntamiento revolucionario determinó el 24 de enero de 1869 que la Alameda se llamase ahora paseo de la República.

Tarifa y sus inmediaciones. Plano fechado en noviembre de 1812 en que aparece formada la Alameda, que se nombra Paseo de la Defensa. Tarifa y sus inmediaciones. Plano fechado en noviembre de 1812 en que aparece formada la Alameda, que se nombra Paseo de la Defensa.

Tarifa y sus inmediaciones. Plano fechado en noviembre de 1812 en que aparece formada la Alameda, que se nombra Paseo de la Defensa.

Pero en pocos meses hubo renovación de regidores municipales, acordándose el 24 de octubre de ese año 1869 mudar otra vez el nombre. Se llamaría paseo de Guzmán el Bueno, considerando el Ayuntamiento que en una de las plazas del nuevo paseo se habría de colocar el monumento del famoso defensor de Tarifa, que estaba pendiente de esculpirse.

Tampoco tuvo larga vigencia esta denominación, pues con la proclamación de la I República española en febrero de 1873 se recuperó la de paseo de la República. Menos de dos años le duró este nombre.

Con la restauración monárquica, en diciembre de 1874, se procedió a modificar el callejero concertado durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874). Entre otras vías afectadas estaba la Alameda, que en abril de 1875 pasó a denominarse paseo del Rey Alfonso XII, “por la circunstancia de hallarse hoy ocupando el trono de la Nación”.

Así se conoció oficialmente durante un cuarto de siglo, hasta que otro mes de abril, el de 1902, el Ayuntamiento acordó dedicarlo a la memoria del alcalde que había llevado a buen término la gran reforma de 1868. Ahora sería paseo de José Mª Morales, “alcalde de feliz memoria en esta población y a quien se debe la construcción de dicho paseo”. El nombre de Alfonso XII se reservó para la plaza tradicionalmente llamada de Santa María.

El 14 de julio de 1906 hubo otro cambio, pasando a llamarse paseo del Rey Alfonso XIII en honor al nuevo monarca, señalándolo con la colocación de una lápida de mármol con letras emplomadas.

Resultaba predecible que tras la proclamación de la II República española el 14 de abril de 1931 se procedería de inmediato a renombrar algunas calles. La Alameda fue entonces el paseo de la República.

La Alameda a comienzos del siglo XX, nombrada de José María Morales. La Alameda a comienzos del siglo XX, nombrada de José María Morales.

La Alameda a comienzos del siglo XX, nombrada de José María Morales.

La insurrección contra la República estalló en julio de 1936. Tras la rápida toma de Tarifa por las tropas sublevadas, se procedió aquí a otra revisión del callejero. El 30 de enero de 1937, el nuevo Ayuntamiento determinó que la Alameda se llamaría paseo del General Franco, “en atención al grato recuerdo que de forma imperecedera dejó en su breve visita a esta ciudad S. E. el Jefe del Estado”. Se evocaba así la estancia de Francisco Franco durante unas horas en marzo de 1935, en su traslado a África como nuevo comandante militar del Protectorado. La denominación aprobada en el pleno fue ligeramente alterada meses después, imponiéndose la de paseo del Generalísimo Franco.

Tras la muerte del dictador en 1975 y la recuperación de la democracia se oficializó el nombre habitual de siempre: el conciso y sencillo paseo de la Alameda.

Popularmente es la Alameda, sin más. De toda la vida.

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