Opinión

Una campaña más al límite

Tractorada por la A-92 en dirección a la pedanía de El Saltador.

Tractorada por la A-92 en dirección a la pedanía de El Saltador. / Rafael González (Vélez-Rubio)

Antonio Navarro, presidente de Asaja Almería Antonio Navarro, presidente de Asaja Almería

Antonio Navarro, presidente de Asaja Almería / Diario de Almería

En primer lugar quisiera agradecer a Diario de Almería su invitación para participar en su Anuario Agrícola en el que voy a participar por primera vez, ya que hace apenas unos meses que he sido nombrado presidente provincial de Asaja.

Echando la vista atrás, dejamos un año atípico, en el que la crisis sanitaria ha marcado toda nuestra vida y en la que el sector agrario no se ha quedado ajeno.

El sector ha demostrado un ejercicio de buen hacer, nos ha hecho más visibles, y donde ha quedado demostrado el papel fundamental que desarrolla el sector primario en nuestro país, un sector estratégico. Ya no lo decimos sólo nosotros, sino que somos una de las actividades calificadas como esenciales. Por eso, creo que es el momento de que todas las Administraciones apuesten por el sector agropecuario y lo defiendan, y en especial al eslabón más débil: el agricultor y el ganadero.

Esta campaña que dejamos cuando nos vino el dichoso coronavirus estaba inmersa en una intensa campaña reivindicativa, que ha traído la unidad del sector para intentar resolver y denunciar situaciones injustas, que la sociedad conoce ya y que nuestros representantes en las instituciones también, y a partir de ahí toca seguir con el camino iniciado. Ha sido la campaña de “Los Agricultores Al Límite”, que salimos por todo el país denunciando la misma situación: costes insostenibles y precios estancados que hacen inviable la actividad agraria.

También se ha puesto mucha atención en problemas enquistados como la competencia de países terceros, el reetiquetado y en la competencia desleal, que sabemos que se está persiguiendo, que vamos a seguir denunciando y que creo necesario que se sea contundente en las sanciones. Importar no es ilegal, pero lo que no es legal ni justo es nombrar ese producto como almeriense.

“Ha sido la campaña de ‘Los Agricultores Al Límite’, que salimos denunciando la misma situación: costes insostenibles y precios estancados”

En estos momentos tenemos una importante batalla en Europa, que parece seguir sin darse cuenta de la importancia que tiene el sector agrario y de la difícil situación en la que quedan los agricultores con los precios en origen claramente en decadencia frente a unas importaciones de países terceros con unos costes mucho menores y ante las que en ocasiones, más de las deseadas, se hace la vista gorda, a sabiendas de que muchos de estos no cumplen con los requisitos fitosanitarios que a nosotros las grandes cadenas de comercialización y la propia Unión Europea nos exige. Hace poco leía un artículo con un titular que no puede ser más acertado sobre el rumbo que se está marcando a la PAC, la verdadera política común europea, y que se resume en más requisitos y exigencias medioambientales y menos presupuesto. Así, ¿podemos ser competitivos?

Las consecuencias de toda esta situación, las tenemos ya visibles, Almería, tierra tradicional de tomate ve como lo pierde año tras año porque su rentabilidad es imposible para muchas de las familias que vivían del tomate (ya que esta agricultura es familiar de forma mayoritaria todavía), y que ven que con los actuales costes y con la inestabilidad de precios y la fuerte competencia de otros países sencillamente no pueden mantenerse. Por lo tanto oir hablar de digitalización, de innovación y de muchos otros retos que nos ha traído el coronavirus, a un gran número de agricultores les suena prácticamente a chino porque se las ven y se las desean para llegar a final de campaña con o sin crisis sanitaria.

De hecho, ha habido sectores que han acabado muy perjudicados con esta situación, como el de la planta ornamental y la flor cortada que han sufrido un varapalo del que resulta complicado sobreponerse, porque este sector tampoco está dentro de los pagos directos de la PAC, con lo cual ha tenido que “sobrevivir” a pulmón y con el apoyo de los créditos hasta que lleguen las ayudas prometidas, aún en el olvido. También el sector ganadero ha vivido momentos de dificultad, especialmente por el cierre del canal Horeca durante semanas sin embargo, es destacable el esfuerzo que han realizado pequeñas explotaciones de sectores como el ovino-caprino por adaptarse a la situación, creando campañas de fomento del consumo, a la que desde ASAJA nos sumamos con la Campaña “Elige producto de la tierra: ganas tú, ganamos todos” para fomentar en el consumidor la elección del producto nacional en momentos tan complicados para todos, campañas que han obtenido un éxito destacable y que han permitido como se dice coloquialmente salvar los muebles.

La adaptación a los cambios, y a una situación desconocida para todos, por parte del sector agroalimentario en su conjunto ha sido ejemplar y así debemos reconocerlo, cómo a pesar de las dificultades y de problemas estructurales ha sabido mantenerse en pie, trabajar con normalidad y dar seguridad al conjunto de la sociedad, aparcando por un momento las justas reivindicaciones que nos hicieron a todos estar en la calle, por lo cual los aplausos al agricultor y al ganadero por su compromiso son más que merecidos.

Está claro que esta campaña ha sido diferente.

Pero no quisiera dejar este balance de la campaña hortícola de nuestra provincia sin mencionar otros de los caballos de batalla que seguimos teniendo un año más: la crisis de precios en origen. Tomando como referencia los datos de los servicios técnicos de Asaja, está campaña empezó como la peor de los últimos 6-7 años para la práctica totalidad de nuestra pizarra provocando nerviosismo y gran preocupación. Afortunadamente la situación cambió y melón y sandía literalmente han salvado a miles de familias de un año más de pérdidas. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, la fuerte competencia externa que está haciendo desaparecer al tomate está trayendo desequilibrios o desajustes en el resto de plantaciones, y como resultado hay más calabacín, berenjena o pimiento que hace 3 o 4 años y sus precios van cayendo año tras año.

"A estas alturas realizar una buena planificación es vital, y junto a esto es necesario defender el precio y la calidad de lo que se produce"

Creo que a estas alturas realizar una buena planificación es vital, y junto a esto es necesario defender el precio y la calidad de lo que se produce o, cuando el mercado no quiere el producto, la puesta en marcha de los mecanismos de gestión de crisis que permitan hacer retiradas; obviamente esto se debe hacer de forma conjunta o coordinada y todas estas medidas deben están dirigidas a todos los agricultores, o si no no tienen efectividad, por eso es una de las líneas de trabajo que estamos llevando a cabo.

Lo que no es admisible es seguir vendiendo por debajo ya no de los costes, que es lo mínimo que se puede pedir a toda actividad económica, sino que vendamos incluso por debajo de precios de retirada y pretendamos que el agricultor siga siendo el que cargue con todo el peso y la responsabilidad, esto hay que compensarlo de ahí la necesidad de avanzar en la modificación de la llamada Ley de la Cadena, lo que está claro es que las reglas del juego debemos cambiarlas para que sean aptas para todos.

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