Ilustre Colegio de Veterinarios de Cádiz

La veterinaria y la Salud pública

  • Hablamos con el Colegio Oficial de Veterinarios, presidido por Cristina Velasco, que defienden el papel de la veterinaria en el ámbito de la salud de todos

Cristina Velasco, presidenta del Colegio de Veterinarios.

Cristina Velasco, presidenta del Colegio de Veterinarios.

La veterinaria es sinónimo de salud, de salud pública y tiene intrínseco en su ADN un carácter preventivista, necesario para la erradicación de enfermedades graves y para la salud plena y el bienestar de los ciudadanos. Hablamos con el Colegio Oficial de Veterinarios, presidido por Cristina Velasco, que defienden el papel de la veterinaria en el ámbito de la salud de todos.

El término Salud pública se asocia frecuentemente, por ejemplo, a medidas de atención primaria, a dotación de hospitales, o a hábitos de consumo saludable, lo que es lógico, pero no a la producción sostenible e inocua de alimentos en general y en especial a los de origen animal, por su relación con la prevención de zoonosis, a la sanidad ambiental o al bienestar de los animales de granja, conceptos todos ellos aplicables desde la perspectiva veterinaria. De ahí que desde COLVET Cádiz trabajen continuamente en campañas que enfaticen su papel del veterinario en sus ámbitos de la producción animal, sanidad animal, seguridad alimentaria, y sanidad ambiental, y todo encaja en la competencia de los veterinarios en pro del ejercicio de la sanidad.

“De hecho, el concepto “Una salud” (One Health) es bien conocido por el vínculo existente entre el medio ambiente, sus condiciones, y las enfermedades de los animales que afectan directamente a la salud de las personas”, según señala Cristina Velasco, presidenta de COLVET Cádiz. Hoy día, un 60% de las enfermedades infecciosas humanas conocidas son de origen animal y en esta labor investigadora y científica se encuentra el profesional veterinario.

La veterinaria promueve la interdisciplinaridad de la sanidad entendida en su conjunto y previene, detecta y responde eficazmente a los desafíos de salud que surgen de la relación entre humanos, animales y medio ambiente, favoreciendo los avances y conocimientos científicos, la mejora de la salud “única”, y mejorando la formación de los profesionales sanitarios en pro de una sanidad más segura.

En veterinaria, el único que tiene la potestad para diagnosticar, tratar, prescribir, indicar para promover la salud de los animales es el veterinario, y es por ello por lo que también conoce, ha estudiado y tiene potestad para el manejo medicamentoso de su paciente animal. Desde hace ya muchos años, la actividad veterinaria se ha considerado como actividad básica del sistema sanitario, a pesar de que en su mayoría quede fuera de las prestaciones del Sistema Nacional de Salud. Es la veterinaria, al servicio directo de las personas, a pesar de que sus actuaciones no se realicen directamente sobre las personas sino sobre los animales o el medio que forman parte del entorno humano, la figura garante en la dispensación de los medicamentos veterinarios. “La vigilancia de los animales de compañía es crucial para la salud humana en la pandemia ya fue desaprovechado nuestro papel como sanitarios y creemos que la experiencia nos ha demostrado que somos más necesarios que nunca”, según señala la presidenta de COLVET Cádiz, Cristina Velasco.

La Rabia es una zoonosis erradicada en España gracias a las campañas de concienciación que desembocan en la vacunación de perros, gatos y hurones, siendo esta acción la única forma de luchar contra esta enfermedad. No obstante, el hecho de que en España la Rabia esté controlada no significa que haya que bajar la guardia, y los perros deben recibir de forma anual su vacuna. Precisamente, Colvet Cádiz, en su labor divulgativa, postula una vez más la labor de los veterinarios como los principales garantes de la lucha contra la Rabia. Una enfermedad que puede ser mortal para animales y humanos. En primer lugar, porque es un veterinario quien tiene que dispensar a los perros la vacuna contra esta zoonosis, y, en segundo lugar, el papel de los veterinarios dentro de la autoridad competentes, en control y observación epidemiológica de los animales agresores , o bien a nivel de ministerio a la hora de detectar en los pasos fronterizos España-Marruecos animales infectados o sospechosos de serlo, inmovilizarlos y actuar para impedir que puedan suponer un peligro para los perros del territorio nacional.

En sus reivindicaciones, COLVET Cádiz considera que existe una necesidad de: homogeneización de las políticas autonómicas con relación a la vacunación antirrábica, de mejorar la situación de protección inmunológica de los perros vacunados estableciendo mecanismos de coordinación para garantizar el cumplimiento de los planes de vacunación, donde intervengan las administraciones competentes, los veterinarios clínicos y las fuerzas y cuerpos de seguridad, así como de impulsar una formación e información relativa a la rabia de los veterinarios clínicos a nivel nacional, ya que son la piedra angular sobre la que gira todas las intervenciones oficiales de animales sospechosos y son, en muchos casos, el primer actor de salud pública en la notificación de casos. 

El profesional veterinario lleva consigo el lema de la profesión: “La higiene de los animales, la salud del pueblo”, el veterinario como profesional garante de la salud pública más allá de la imagen preconcebida que puede tener el ciudadano de a pie.

En los últimos años, los veterinarios han conseguido a través de constantes luchas la consideración de profesionales sanitarios pese a las discriminaciones laborales. No obstante, desde Colvet Cádiz sostienen que aún queda mucho por hacer, a sea con su trabajo en el sector primario desde la granja haciendo mejoras y selección genética, poniendo en práctica los mecanismos de bioseguridad evitando epidemias, tratando y evitando la propagación de enfermedades zoonóticas, mejorando las producciones, propiciando el Bienestar animal y salud a los animales productores de alimentos, así como en el sector secundario en mataderos, lonjas, en la evaluación de impactos en salud , investigación, laboratorios, fábrica de piensos, y también en la administración redactando normativa, vigilando la seguridad alimentaria, la sanidad ambiental y la información nutricional desde las explotaciones, pasando por la industrias y comercios, restaurantes y hasta en los hospitales, y cómo no, también en las clínicas y hospitales veterinarios con el tratamiento médico de los animales de compañía.

En definitiva, el veterinario, con mayúsculas, garantiza la Salud de todos, la de los animales y el medio ambiente. Por todo ello es clave en el fortalecimiento de una Salud Pública más fuerte, más preventiva, más investigadora, más transversal y dinámica, por lo que entendemos que sumar veterinarios en el sistema es hacer este más eficiente.