Semana Santa

Juan Andrades Azorit, la rima consonante de la saeta

  • El cofrade interpreta la XXVI Exaltación de la Saeta con una de las mejores obras de los últimos años

  • El Museo Municipal acoge el acto con el acompañamiento de los saeteros Paqui Lara y José 'El Pañero', además de la Banda Armando Herreros.

Juan Andrades Azorit, durante la Exaltación de la Saeta.

Juan Andrades Azorit, durante la Exaltación de la Saeta. / Erasmo Fenoy

La saeta en todas sus versiones y giros; en una perfilada y delineada silueta, con forma sinuosa de verso cofrade, que permitió elevar el nivel hacia la más alta y culta rima consonante del martinete. Juan Andrades Azorit regaló al numeroso público presente una de las mejores Exaltaciones de la Saeta de los últimos años a través de un sentido texto, lleno de emoción y desgarro interior. Una propuesta redonda en su conjunto, gracias también al acompañamiento de un sobresaliente elenco de artistas invitados. El Museo Municipal de Algeciras acogió, un año más, este emblemático acto de la Cuaresma algecireña organizado por la Tertulia Cofrade La Levantá, que en el curso 2023 alcanza ya la XXVI edición.

Con el convencimiento absoluto de colocar el sentimiento por delante de todo, de la razón y hasta de la fe si fuera necesario. Un arañazo interior, un calambre en la garganta que transforma el sonido en una plegaria, en un rezo compartido que nace desde lo más hondo de una privilegiada laringe y que se transforma en culto cada primavera en Andalucía. Se convierte en un mensaje directo de corazón a corazón, un paréntesis abierto entre saetero y Sagrada Imagen, un dardo que se extiende y hace íntimo y a la vez popular esa declaración de absoluta devoción pasional. Un dibujo, transformado en obra por Azorit, como pocas veces se había escuchado en Algeciras en esta esperada oda a la saeta.

El exaltador llamó a levantar a los presentes, en un creativo y simbólico gesto de tocar tres veces el llamador al inicio. En todo momento supo interpretar el texto y rozó la absoluta sinceridad al no tratar de buscar, así lo compartió entre los presentes, el perfil dogmático o histórico, huyó de esa clásica ponencia catedrática. Trató de plasmar, precisamente de eso se trata, a su entender, forma y manera el sentir del saetero que hasta él mismo siente en sus adentros; siendo cada año, la suya, una de las saetas más esperadas en Algeciras cada Viernes Santo a la salida de la Sagrada Mortaja en la calle Teniente Miranda.

“Es una oración que Algeciras envía al cielo”, detalló. El barrio de San Isidro, la Hermandad de Medinaceli y especialmente la Sagrada Mortaja coparon el mayor protagonismo en la exaltación, además de un ilustrador recorrido por diferentes enclaves, hermandades y grandes saeteros de la historia de la ciudad. Tuvo recuerdo para muchos de ellos; además de una emocionante dedicatoria al tristemente desaparecido Diego Valencia, en el atentado del pasado enero en la Iglesia Mayor de La Palma. Palabras también sentidas las que dedicó a la patrona algecireña, especialmente, con motivo del centenario de su patronazgo en este año.

Con versos cuidados, arraigados en la garganta del exaltador y un eje central en el que pivotar en todo momento: la figura de la saeta, el carismático orador fue llevando a través de una línea del tiempo de los sentimientos las devociones de la ciudad. Pero como en todo, el movimiento se demuestra andando, y eso transformó de pleno el pórtico del Museo Municipal. Una genial Paqui Lara y un profundo José Lérida El Pañero, dieron buena cuenta de este arte y palo flamenco tan divinizado para elevar la obra del exaltador, quién dispuso y preparó como sorpresa y colofón, un cierre de varios quilates interpretando él mismo una emocionante saeta desde el balcón de La Levantá.

La presentación de su amigo Emilio Carrasco Tovar y el acompañamiento de la Asociación Banda de Música Armando Herrero, pusieron el resto de ingredientes a un guiso perfecto, en una bella mañana de Cuaresma. La banda algecireña interpretó las marchas: La Saeta, Mi Amargura, Pureza Marinera y Soledad Franciscana a lo largo de la exaltación. Una muestra más de que los días avanzan, sin retorno, camino a una nueva Semana Santa. Obras como la presentada, este domingo, por Juan Andrades Azorit dan sentido y nivel a una agenda cofrade que cada vez se aprieta más hacia el Domingo de Ramos.

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