No pudo ser. La lluvia truncó los desfiles procesionales del Domingo de Ramos en La Línea, ya que las hermandades de la Borriquita y la Flagelación apenas pudieron estar una hora reunidos con los linenses en las calles.

Poco después de las seis de la tarde, un fuerte aguacero acompañado por rayos y truenos obligó a las dos hermandades a retornar a sus templos a la carrera. Apenas habían recorrido unos metros desde el inicio de sus desfiles. Entre lágrimas y gestos serios, las hermandades optaron por la siempre acertada elección de proteger su patrimonio de la lluvia.

Una hora antes, el público aguardaba a las puertas de la capilla de los Salesianos y de la parroquia de Santiago, separadas apenas por 200 metros. En ese momento, el cielo permanecía encapotado, gris, pero aún así las dos hermandades optaron por iniciar sus procesiones.   

Nuestro Señor en la Entrada Triunfal salió engalanado con la túnica oficial de su bendición en color crema y con un mantolín confeccionado en los talleres de Enrique Perales sobre los hombros. El paso estrenaba el tallado del frontal del canasto, elaborado por José Manuel Rodríguez Melo, acompañado por la Banda de cornetas y tambores de los Gitanos (Málaga). Cuando sorprendió la lluvia, las imágenes fueron cubiertas para evitar daños.

María Santísima de la Alegría vuelve a la capilla de los Salesianos.

María Santísima de la Alegría pisó las calles linenses con la nueva saya realizada en los talleres de Francisco Perales, confeccionada sobre terciopelo blanco con bordados con motivos florales y otros elementos barrocos, todo ello en hilo de color y oro. También estrenaba una cotilla a juego con la saya con motivos florales y una toca de sobremanto, elaborada sobre maya dorada y bordada en hilos de oro. Por ello, en cuanto la lluvia hizo acto de presencia, la hermandad optó por volver a la capilla.

Lo mismo ocurrió a apenas unas calles de distancia. La Sagrada Flagelación y María Santísima de la Estrella apenas pudieron recorrer un tramo de la calle Jardines antes de retornar al templo. 

Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Flagelación lucía una túnica donada por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Además, el paso de misterio estrenaba los respiraderos frontales y traseros tallados y los laterales en primera fase realizados por José Antonio García Flores, una de las últimas fases previas a la culminación completa del proyecto iniciado en el año 2015. La imagen del Cristo fue cubierta con una lona para evitar que se mojara.

El paso de la Sagrada Flagelación vuelve a la parroquia de Santiago.

María Santísima de la Estrella portaba saya burdeos bordada, manto azul bordado y un tocado de blondas formado por dos encajes donados por un grupo de hermanos, recuperando así las estampas añejas de la Virgen. El palio volvió sin siquiera girar sobre sí mismo para acortar al máximo la estancia bajo la lluvia, que se intensificaba por momentos. 

Ya en la parroquia de Santiago, ambas los hermanos rezaron a sus titulares con sentimientos encontrados por la siempre necesaria lluvia, más ahora en tiempos de sequía. "Lo hemos intentado. Agradecemos el orden con el que se ha efectuado la vuelta. Los titulares ya están dentro", comentó una hermana de la Flagelación mientras que varios de los nazarenos se secaban las lágrimas de sus rostros, conscientes de que tras un año de espera, la lluvia truncaba sus deseos de vivir un Domingo de Ramos con las imágenes en la calle.