El Silencio

El Silencio se vive con recogimiento

  • La hermandad resalta el acto solidario de los donantes de órganos

La Hermandad del Cristo de la Esperanza y María Santísima de la Concepción (el Silencio) salió ayer a la calle aunque de que nubes negras cruzaban el cielo.

A pesar de las malas noticias que llegaban de poblaciones vecinas, la lluvia respetó la salida de las imágenes y la Cruz de Guía encabezó el cortejo por la calle Ángel.

La primera levantá del Santísimo Cristo de la Esperanza la realizó ayer la presidenta de la asociación de donantes Donar es Vivir, María José García. Y es que ayer la generosidad de este colectivo estuvo presente en el recorrido de esta hermandad, puesto que sus capataces llevaron en la solapa un pequeño corazón. Los miembros de esta cofradía quisieron agradecer de esta singular manera la labor solidaridad que realizan todos los donantes y sus familias y fomentar además la donación de órganos.

Ambos pasos tuvieron que cruzar la puerta de la iglesia sobre ruedas y ya una vez en el atrio los costaleros haciendo gala de su maestría, y gracias al saber hacer de los capataces, los fueron girando poco a poco hasta que pudieron cruzar la última puerta y llegar a la calle Ángel donde un gran número de fieles los aguardaba. Pétalos de flores cayeron desde el campanario de la iglesia de San Pío al paso del Cristo del Silencio.

El repicar de las campanas acompañó a la hermandad en su salida, mientras los linenses mandaban callar y vivían la procesión con devoción.

Antes de la salida, el párroco Ángel Pinto pidió a todos los miembros del cortejo que vivieran su estación de Penitencia "en comunión" con los titulares de la hermandad y dedicó unas palabras a los costaleros, a los que solicitó que los llevaran "con dignidad, respeto y con el silencio que se merecen".

La junta de gobierno del Silencio decidió cambiar el itinerario que había diseñado en primer lugar por el "mal estado" en el que se encuentra la fachada del teatro municipal La Velada, que además está acotada por riesgo de derrumbe. Por eso este año, el cortejo comenzó su procesión en la calle Ángel, para luego seguir por Oviedo. Estaba previsto que el recorrido continuara por la calle Teatro, Jardines, Clavel, plaza de la Constitución, Real, plaza de la Iglesia, padre Rodríguez Cantizano, Sol y San Pablo, para regresar a la iglesia de San Pío de nuevo por la calle Oviedo y Ángel.

La Virgen de la Concepción estrenó este año la saya y las dalmáticas, realizada en el taller la cofradía, además de la candelería, un proyecto que se inició en 2006.

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