El Huerto

La Oración del Huerto o el oficio de ser costaleros

  • La lluvia retrasa una hora el desfile que acorta su recorrido por el mal tiempo

Los niños del Huerto que un año más supieron navegar a su Cristo y a su Virgen como frágiles veleros en el mar de la fe, son la personificación del sentir costalero aprendido y resabido por ensayos tras ensayos para que nada quedase colgando en su desfile procesional. Ayer, una vez más, demostraron que hoy por hoy son sin duda alguna la mejor escuela del sentir costalero.

Tenía la hermandad toda una encrucijada media hora antes de iniciar el desfile, cuando cayó un abundante aguacero que hizo temer por la posibilidad de llevarlo a cabo. La serenidad se impuso al corazón y la Junta de Gobierno retrasó hasta en dos veces la procesión que fue iniciada una hora más tarde sobre el horario previsto (20:00 horas) y en un trayecto acortado que prescindió de adentrarse por calles donde en caso de lluvia hubiera supuesto todo un problema para dar cobijo a los dos pasos.

La Hermandad del Huerto, al igual que otras, pero si cabe, más que ninguna, es ejemplo de hermandad y de trabajo cofradiero más allá de la propia Semana de Pasión. Y claro está, lo demuestran aún más el día grande para esta Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y Nuestra Madre de Dios y del Rosario y la estación de penitencia tenía lugar dos horas antes de que la Cruz de Guía saludara a la tarde. Así a las seis de la tarde la Capilla de las Mojas acogía la misa preparación para la estación penitencial.

Y con el levante susurrando entre callejuelas, a medida que los tímidos rayos de sol eran ocultados por las nubes, los sones de las bandas elegidas para decorar con marchas divinas se adivinaban en el aire mientras en la puerta del templo los hermanos costaleros las aguardaban como hacen cada año en señal de respeto y admiración. Y entre la muchedumbre congregada en la Calzada las puertas del templo se abren y los toques de la campana de un hermano penitente dan paso a la Cruz de Guía, prólogo de lo que en breve se revelaría como uno de los Pasos de Misterios más bellos de la Semana Santa de Tarifa.

El capricho del tiempo, hizo que fueran las estrellas de una noche incierta quién saludara a la Virgen titular de la Hermandad. Nuestra Madre de Dios y del Rosario. "La Charito" como algunos la conocen cariñosamente. Y este año después de que en fuese en la Semana Santa de 2007 cuando estrenó la primera fase del paso de palio, encaminado a un conjunto Neobarroco ha podido ver terminada las bambalinas laterales del palio. Desde su primer desfile, la Virgen anda a los sones de la Banda de Música Santa María del Alcor, de Viso del Alcor de Sevilla y a los sones de recordadas piezas como Estrella Sublime, Reina de Triana o Pasa la Macarena, el paso de Palio baila en comunión sagrada con los cientos de creyentes que ven pasar a la Virgen derramando lágrimas e implorando o pidiendo por sus familias. Y va pasando la Virgen entre un mar donde no es necesario creer para regocijarse con el espectáculo de este precioso paso de Palio.

Con buen criterio y a pesar de que el corazón dictaba lo contrario, los pasos enfilaron la calle Sancho IV y haciendo más duraderos los segundos arrancados al reloj de la fe, fueron adentrándose antes de lo previsto en la carrera oficial con los deberes hechos hasta alcanzar su templo.

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